El Pleno abre las puertas al desarrollo residencial de Ermita y Alarde

La construcción de vivienda, tanto en su versión pública como privada, ha sufrido un frenazo general mucho mayor que el que está viéndose en Irun, donde a un ritmo evidentemente inferior, siguen desarrollándose proyectos residenciales. En el pleno del pasado miércoles, una intensa sesión que terminó pasadas las 23.15 horas, casi cuatro desde que arrancara, se aprobaron modificaciones sobre dos ámbitos para tratar de impulsar su desarrollo. En la calle Ermita (Parte Vieja), con abstención de Bildu, se aprobó una modificación del plan Especial para permitir 16 viviendas unifamiliares adosadas en lugar de las viviendas en bloques previstas inicialemente.

El proyecto incluye, además, la construcción de un aparcamiento subterráneo de 150 plazas, 32 de ellas para las propias viviendas y el resto para su comercialización desde la iniciativa privada que desarrollará el proyecto. Tras esta aprobación, deberán llegar el convenio, el plan de reparcelación y el proyecto constructivo, trámites que en su conjunto pueden demorarse hasta dos años y medio.

Cambios en Alarde

El otro ámbito sobre el que trataron los corporativos fue Alarde, la parcela que actualmente ocupa un aparcamiento en precario junto a la glorieta de los olivos. Además de un incremento de aprovechamiento, PSE y PP aprobaron una modificación de convenio para reducir el tamaño de las viviendas de manera que se ampliara el número de las mismas. Una fórmula que, a la hora de la comercialización, «ha dado buen resultado a esta misma constructora en otra promoción en Irun, en Istillaga-Dunboa», recordó el alcalde, José Antonio Santano. El ámbito queda ordenado de la siguiente manera: 153 viviendas (en vez de 108), 42 de ellas VPO (en lugar de 3 más 20 tasadas), 2.250 m2 de uso comercial (en vez de 1.584 m2) y 302 plazas de aparcamiento soterrado.