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JOAQUÍN SUDUPE
Miércoles, 19 de junio 2013, 04:40
María del Carmen Almendras, embajadora de Bolivia, se mostró ayer agradecida y honrada por la acogida que se le brindó en Azkoitia y aseguró que la visita fue «una de las actividades más emotivas que he vivido en mis cinco años como embajadora».
Tras saludar en idioma quechua a los asistentes a la recepción, la embajadora agradecía de corazón la oportunidad que ayer se le brindaba para conocer las raíces azkoitiarras de la libertadora de Bolivia, Vicenta Juaristi Eguino, y mostraba su agradecimiento «a esta sociedad plural con entidades públicas que buscan el bienestar, equidad e igualdad para todos». Asimismo, apuntaba que «trasladaré a todos, tanto a autoridades de mi país como a la población boliviana en general, esta recepción y homenaje a aquella mujer que luchó y lo dio todo por la independencia de nuestro país. Estamos muy honrados por esta manifestación de cariño».
El diputado general, Martin Garitano, acompañado del alcalde, Pello Bastarrika, recibió a María del Carmen Almendras señalando que «esta ocasión es una oportunidad para trabajar en la relación entre los pueblos; y es también un honor contar con una persona que luchó por la justicio social, la libertad y la independencia de un pueblo, con una persona que fue muy avanzada para la época en la que vivió».
Por su parte, Pello Bastarrika señaló, tras dar la bienvenida a la embajadora y a todo Bolivia, que «200 años después, todavía hay hombres y mujeres que siguen luchando por la independencia».
El cronista local Juan Bautista Mendizabal se encargaba, con precisa documentación al respecto, de señalar las vicisitudes de la familia azkoitiarra de esta heroína de la revolución bolivariana.
Tras el acto del consistorio, la comitiva visitaba la plaza que lleva el nombre de Vicenta Juaristi Eguino, donde se realizaba una ofrenda floral para, a continuación, desplazarse al Palacio de Insausti.
Allí, Juan Bautista Mendizabal tenía preparada una muestra documental de cartas, periódicos, fotos, escritos... de la familia de la heroína que pudo ver la representación del país sudamericano. La visita finalizaba con un lunch en el consistorio.
Vicenta Juaristi Eguino
Vicenta Juaristi Eguino es una figura histórica de gran importancia en la historia contemporánea de Bolivia. Hija de un oriundo de Azkoitia, está considerada como heroína nacional y fue nombrada como tal en 1826 en su ciudad natal de La Paz. Plazas, institutos de enseñanza, calles, sellos, monumentos y hasta instituciones de ese país llevan el nombre de esa mujer.
Vicenta nació en 1783. Su padre, Francisco Xabier Juaristi Eguino, había nacido en Azkoitia y habiéndose quedado huérfano en 1775, se dirigió a Lima en busca de su hermano. Su madre, Antonia Diez de Medina, hija a su vez de un regidor perpetuo de Lima, no aguantó las complicaciones del parto y murió poco después de dar a luz.
También su padre, el azkoitiarra Francisco Xabier, murió cuando Vicenta era todavía muy joven, quedándose heredera de una cuantiosa fortuna. Hacia 1808-1810, España atravesaba graves problemas: la invasión napoleónica creaba un vacío de poder y en esos momentos la casa de Vicenta Eguino acogía a lo más selecto de la intelectualidad y a lo más comprometido de las clases populares. Utilizó su fortuna casi íntegramente en el equipamiento de la causa independentista y presenció en vida la conquista de la independencia, su máxima aspiración.
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