Ventajas para todos los implicados

Ángel Garay señaló que las ventajas de la e-receta «las hemos comentado muchas veces», pero no tuvo problema en recordar las principales de ellas. «Para el ciudadano es más cómodo porque no tiene que acudir continuamente a por recetas, ni tiene que andar pendiente de papeles. Las farmacias simplifican bastante la burocracia que supone la gestión de las diferentes recetas. En la misma línea, los profesionales de la medicina también simplifican la burocracia y la gestión» de las prescripciones.

La única pega que veía Garay «era el miedo que nos daba un sistema tan electrónico y que depende tanto de la informática, pero hemos contrastado a lo largo del último año que es seguro, fiable y que funciona realmente bien».