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ARTURO GARCÍA
Sábado, 5 de octubre 2013, 03:48
'Yo quería ser encargado/ pero desde que nacemos/ todos somos hijos de p..a por naturaleza'. Esas son las primeras frases de 'Sigarrillos Amariyos', la letra del tema de Hertzainak, incluido en su histórico y legendario álbum, que fue parte de una época crucial en el mundo del rock y el punk euskaldun de los ochenta, con las que abre el músico Ruper Ordorika (Oñati, 1956) su regreso al primer plano del panorama rockero euskaldun.
Y a partir de esa canción, Ordorika despliega su nuevo, insólito y apasionante, por insospechado, disco de versiones y revisiones de canciones de bandas y músicos euskaldunes de todas las épocas y brinda su mirada hacia canciones que se le quedaron grabadas en su imaginario sentimental y musical.
Es un disco de versiones pero no solo eso. Como el mismo artista reconoció y rememoró ayer, durante la presentación de su nuevo trabajo en Bilbao, «yo creo que estaría en el Guiness por haber teloneado a la mayoría de las primeras figuras de la escena euskaldun de esa época y que están aquí presentes, en este álbum. Uno siempre se alegra de que le versioneen, pero después de esto, no sé si me voy a encontrar allí arriba, en Iparralde, con la frase : Ongi Etorri, salvo a Ruper Ordorika».
Titulado 'Azukre Kozkorrak' (Elkar, 2013), Ordorika remueve con su cucharilla un café no tanto para recrearse, sino para recordar que un disco nunca está completo hasta que la gente lo escucha y, «en este caso, resulta más complicado aún, porque las canciones, todas, tienen y gozan de vida propia».
El artista aclara de entrada que, más que un homenaje o un regreso a una determinada época gloriosa de la música euskaldun, no ha intentado buscar un afán nostálgico sino ha tratado de mostrar aquellos temas, letristas y canciones con los que considera que comparte y ha compartido buena parte de la memoria musical, personal y sentimental, como músico y persona y que le han traido hasta este presente.
Recuerdos
Ordorika tira en la presentación por esa veta. «Yo elijo 'Garraztasuna', del grupo Koska, porque tengo en mi cabeza el concierto que les vi siendo casi un crío, que me costó una bronca gorda por llegar tarde a casa». El de Oñati compartió los criterios que le han llevado hasta este disco. «No es una mirada crítica sino una especie de juego, y he tratado siempre ponerme del lado de los músicos: unos son temas populares; otros, no tuvieron tanta suerte».
Ordorika sorprende con eléctricas incursiones en el Kampo, de Errobi, después de un 'Sarri, Sarri', alejado de las descargas eléctricas del original y una blusera revisión de Delirium Tremens. Pese a todo, confiesa que no se considera un intérprete, una faceta que siempre le ha impuesto respeto en su trayectoria. «Nunca me he visto como intérprete, he hecho versiones en vivo, y esto empezó con la revisión del 'Gure Basterrak' de Mikel Laboa».
A partir de esa versión, explica su método de grabación, en analógico, y sus recelos ante las versiones. «Me cuesta entrar en las canciones, notar que es mía; no puedo entrar para impostar porque no me siento intérprete sin más. Aquí está mi relación con escritores y músicos que me han sido próximos y cercanos».
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