Fallece aplastado por el tractor que conducía en Oñati

Un hombre de 56 años, domiciliado en Oñati, falleció ayer a consecuencia de las graves lesiones que sufrió tras ser aplastado por las ruedas del tractor que conducía. La víctima era Luis Mari Ugarte y residía en un caserío de la localidad.

Fuentes del departamento vasco de Seguridad informaron de que el suceso tuvo lugar a las cuatro menos cinco de la tarde, en el barrio de Olabarrieta. Un tractor, que arrastraba un pequeño remolque, circulaba por la cuesta conocida como de Amiño cuando se encontró con un camión en una zona donde la vía sufre un estrechamiento.

De acuerdo con la declaración realizada por varios testigos del suceso, ante la imposibilidad de que los vehículos pudieran pasar y continuar la marcha, el conductor del tractor se desplazó hacia uno de los lados del camino al tiempo que realizó una maniobra de marcha atrás sobre un desnivel.

Las mismas fuentes añadieron que en aquel ese momento, las ruedas de dicho tractor resbalaron debido a la pendiente existente, con lo que el vehículo agrícola perdió la estabilidad e hizo que Luis Mari Ugarte saliera despedido y quedase bajo las ruedas de su tractor.

En el lugar del siniestro se personaron miembros de varios servicios de emergencias. No obstante, el personal sanitario nada pudo hacer por reanimar a la víctima y únicamente pudo confirmar el fallecimiento.

El cuerpo de Luis Mari Ugarte fue trasladado al Servicio de Patología Forense del Intituto de Medicinal Legal de Donostia, donde hoy por la mañana se le practicará la autopsia.

La Ertzaintza ha abierto una investigación para determinar las circunstancias que provocaron el trágico accidente.

Luis Mari Ugarte residía en el caserío Bernalena, situado en el barrio de Olabarrieta, y estaba soltero. La víctima trabajaba en la empresa Natra-Oñati, antigua Zahor. Allegados suyos le definieron con un hombre «afable», volcado en el trabajo y en las actividades relacionadas con la explotación agrícola en la que residía. Muy conocido en el barrio, amisgos suyos recuerdan las múltiples ocasiones en las que invitaba a su más cercanos a la sociedad de la que era miembro.