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:: MIRYAM GALILEA
Viernes, 10 de enero 2014, 09:31
Antonia y Andrés Bereziartua fueron los primeros, dos niños que aseguraron haber visto a la Virgen en el monte Anduaga, hecho que atrajo a numerosos creyentes, el interés de la iglesia, videntes «colectivos»... en definitiva, a más de 70.000 personas durante aquellas primeras semanas tras la aparición.
Son muchas las historias y viviencias alrededor de las visiones de la Virgen de Ezkioga, archivos en el Vaticano, investigaciones... y acopio de todo ha dado como resultado más de una publicación, pero hace apenas unos meses hemos podido conocer más datos en torno a este tema con la llegada de dos nuevos libros. El primero de ellos reúne los 'Documentos de la Congregación del Santo Oficio sobre las apariciones de Ezkioga (1931-1937)', documentos que hasta hace no mucho eran mantenidos en secreto por el Vaticano, y que tras salir a la luz han sido recopilados en este ejemplar que hoy podemos encontrar en la Biblioteca Municipal de Ezkio-Itsaso.
En segundo lugar se sitúa 'Ezkioga' que vio la luz en diciembre de 2013 y habla de lo que sucedió tanto en aquella primera aparición el 30 de junio de 1931 como de lo que esta desencadenó. El libro, fruto de la labor de investigación del Padre Antonio M. Artola, al igual que el anterior, ha sido publicado en Lima (Perú), gracias a la ayuda del Centro Cultural Euzko Etxea de Lima, Euzko Etxea de Chile y Euskal Herriko Unibertsitatea (EHU). En esta primera tirada se han publicado 1.000 ejemplares.
Antonio M. Artola comienza su investigación en el año 2006 estando en Roma y, entre otros, coge como base las publicaciones de William A. Christian, especializado en el catolicismo en el Sur de Europa (especialmente en España). En el 80 Aniversario de las apariciones (2011) Artola da una conferencia en Barcelona, que también está recogida en el libro. «Destacar que tanto en Sudamérica como en Norteamérica se están interesando por este tema y prueba de ello es que la Eusko Etxea de EEUU le ha solicitado un artículo a Artola sobre las apariciones en Ezkioga», dice Sabino Legarda-Ereño.
Sabino Legarda-Ereño es desde hace tiempo quien pone voz a este recuerdo, con la construcción de la nueva capilla en Ezkio-Itsaso, el seguimiento de su proceso y estando en contacto directo con Antonio M. Artola, dándonos así a conocer estos dos libros de investigación que forman parte de la historia de Ezkio-Itsaso. «Yo no creía en Ezkioga. Estaba pasando por una historia difícil cuando vi a Antonia al lado de la iglesia en Legazpi; fui donde ella y le pregunté si lo de la Virgen era verdad. Ella me contestó: vete todos los segundos de cada mes a Ezkioga, pero no digas a nadie que te lo he dicho yo», cuenta. «Ahora que Antonia ya no está puedo decir que fue ella quien me condujo hasta la Virgen de Ezkioga, que me ha aportado y ayudado muchísimo. Recuerdo con mucho cariño cómo Miren Azpiazu me contó que un día Antonia fue al ayuntamiento de Ezkio-Itsaso a hacer una gestión y al salir miró al monte Anduaga, se santiguó y se fue a casa», cuenta amocionado.
'Ezkioga'
«Podemos decir que la publicación 'Ezkioga' se divide en dos partes: la primera es la más importante, donde se cuenta como el 30 de junio de 1931 a la hora del Angelus en el monte Anduaga dos niños ven a la Virgen. Antonia y Andrés Bereziartua se dirigían hacia el pueblo con una marmita con leche cuando se encontraron con Felipa, que iba a comprar cerillas a la tienda de los Bereziartua. Los tres se juntan pero únicamente los hermanos ven a la Virgen, no Felipa, aunque ella se da cuenta de que algo está pasando por la expresión de la cara de los hermanos; hecho que Felipa explica en una entrevista concedida al Padre Artola en sus últimos años de vida», explica Sabino Legarda-Ereño.
En aquel momento se está celebrando la novena de la Antigua y la iglesia decide tomar parte en el asunto, siendo en aquel momento Antonio Amundarain el párroco de Zumarraga. Así, en esta primera parte de 'Ezkioga' se relatan los hechos que suceden a esa semana y esos tres o cuatro meses siguientes a las apariciones.
La segunda parte del libro está dedicada a los videntes a nivel colectivo. «Es a estos videntes de masas a los que condena el Vaticano. Ante esta situación de videntes llamemos «colectivos», los hermanos Bereziartua se echan a un lado; no les convence lo que ven ni lo que está ocurriendo, y lo mismo ocurre con el párroco Amundarain, que también decide apartarse. Nadie pide testimonio a estos niños, y nadie se interesa para que expliquen su experiencia, que es la base de todo», dice Legarda-Ereño. «Cabe comentar que los hermanos Bereziartua no oyen nada, únicamente ven a la Virgen y reciben una invitación a rezar; reciben la aparición sin éxtasis espectaculares».
En esta segunda parte el libro narra los intereses que se crearon en torno a estas apariciones y las corrientes que surgieron: por un lado los seguidores del Padre Amado de Burguera; por otra, los catalanes; y en una tercera, los nacionalistas encabezados por el vidente Patxi Goikoetxea. «En esta segunda parte hay muchísimos interrogantes. Se cuenta incluso cómo visita Ezkioga Carmen Medina, una aristócrata andaluza que es sobrina del general Sanjurjo (golpista con Franco), a la que le interesa manipular a los videntes de esta segunda Ezkioga».
Los hermanos
El libro toma como base fundamental la historia de los hermanos Bereziartua explicando lo que su vivencia trajo consigo, tanto lo positivo como lo negativo que llegó a Ezkioga a raiz de aquello.
Como ejemplo, «tanto en este libro como en los documentos publicados se habla también de una gran mentira como fue la estigmación de las manos de Ramona Olazábal, que fue un milagro falso». «Pero lo más importante de este libro sin duda es que está dedicado a los hermanos Antonia y Andrés Bereziartua, que son los que más sufren y que además lo hacen en el silencio», asegura Legarda-Ereño.
«Voy a defender este libro porque de todo lo que he leído en torno a este tema, que es bastante, me quedo con Antonia y Andrés, que para mí son la esencia de las apariciones. Este es un libro de luz que además recupera la memoria», asegura.
Aunque todavía no hay nada concreto, se espera realizar algun acto en Ezkio-Itsaso: «algo haremos, pero vamos paso a paso y con calma, y siempre de la mano del ayuntamiento, que es el artífice del refugio». «Además, la Concregación de Madrid cuenta con archivos sobre las declaraciones que hizo en torno a las apariciones el entonces párroco de Zumarraga, Antonio Amundarain que se esperan conocer en breve y que darán nueva luz a las apariciones de Ezkioga».
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