Valérie se olvida de Hollande en la India

Valérie Trierweiler ni siquiera sabe cómo tienen que referirse ahora a ella tras anunciar François Hollande su ruptura hace solo unos días. «Vine a la India como periodista, después de primera dama y ahora... llamadlo como queráis». Así de irónica se mostró la ex del presidente galo en su esperadísima primera aparición pública tras sus sonados cuernos e incluso su ingreso en un hospital tras el mal rato de ver cómo se aireaba el affair de su novio con la actriz Julie Gayet en las portadas de todo el mundo. Pero nada de hacerlo en Francia. Valérie ha puesto tierra de por medio y se ha plantado delante de las cámaras nada menos que en la India. Y encima con motivo de una visita benéfica. Eso sí, nada de campaña de publicidad para vender su victimismo, porque el viaje se programó hace más de un año dentro de su agenda como madrina de la organización Acción Contra el Hambre.

A sus 48 años, Trierweiler no ha querido hablar directamente de Hollande, aunque continúa escoltada por agentes de la guardia presidencial. Pero ha mandado un mensaje claro a sus incondicionales seguidores: «No os preocupéis por mí». Y tanto. Ya circulan maliciosos rumores de que la periodista podría comenzar en breve a escribir sus memorias, en la que no faltarían jugosos detalles de sus casi dos años en el Elíseo, más los siete como compañera oficial de Hollande. Los editores ya se frotan las manos con lo que pudiera contar la periodista, que ha tenido acceso a cumbres y dignatarios al más alto nivel. Dicen que el presidente galo tiembla con solo pensar en ver la firma de su antigua novia en una portada y que estaría negociando su silencio para no ver aireados sus trapos sucios. Otra cosa es que lo consiga.