Acogida desigual del 'puerta a puerta'

Comenzó a las 19.00 horas del domingo el nuevo sistema de recogida de residuos urbanos. Los eskoriatzarras a partir de ahora tienen un calendario para bajar los residuos separados en los tres cubos que se repartieron: azul para papel, marrón para orgánico y gris para restos.

A la espera de una primera valoración del consistorio eskoriatzarra, se pudo ver de todo en la primera noche. La respuesta de los vecinos fue variada, según las zonas. No se veían de 23.00 a 01.15 horas muchos cubos marrones de orgánico, que era el que tocaba sacar en esa primera jornada. Se pudieron ver diferentes situaciones. Desde aquellos que bajaron el cubo equivocado al ser el primer día, hasta vecinos que bajaron la basura de manera incorrecta para mostrar su rechazo al nuevo sistema. Así, aparecieron cubos azules y grises en lugar de los marrones y bolsas tiradas en el suelo o colgadas en los pinchos.

Soterrados y turismo basura

La madrugada del viernes al sábado se procedió a la retirada de los contenedores verdes, de restos. Se sellaron asimismo los contenedores soterrados. A pesar de ello algunos eskoriatzarras depositaron restos alrededor de ellos.

Por otra parte algo que se temía que sucediera ya ha comenzado, el turismo basura. Se pudo ver un contenedor de restos atxabaltarra cercano a Eskoriatza, rebosando de bolsas, cuando habitualmente los domingos no está así. También en algunos puntos de anteiglesias.

Zona de emergencia

Una persona que el sábado se iba a ir unos días fuera quiso dejar sus residuos en la zona de emergencia, que se está preparando en la zona de la antigua estación y se encontró con que no estaba abierta aún. «Tuve que dejar la basura a una vecina, y esta llamó al Ayuntamiento para ver qué pasaba y le han dicho que aún no está terminada la zona de emergencia. Le han dicho que pase por el Ayuntamiento para recoger unas llaves y echar la basura en otras zonas ya habilitadas».

Los trabajos de realización del denominado 'Larrigune' los está realizando la empresa Razkin. Aún queda bastante trabajo para finalizar. Se esperan las piezas de la techumbre, así como el vallado blanco que lo cierre y la puerta, que aún no se sabe de qué tipo será, si con tarjeta o llave. Asimismo queda por instalarse la fuente que estará en ese punto para que el que deposite los restos en los contenedores pueda limpiar los cubos.