El PNV exige al alcalde una «seria reflexión» tras la resolución del Ararteko en el tema de los txintxilikarios

El grupo municipal del PNV del ayuntamiento de Zizurkil ha emplazado al alcalde a «una seria reflexión y actuar en consecuencia» ante la recriminación pública del Ararteko por poner los colgadores o «txintxilikarios» del PaP en fachadas de viviendas sin contar con el permiso de los propietarios.

La portavoz nacionalista, Mª Angeles Lazkano, ha recordado que todo el proceso llevado a cabo por Bildu para «imponer» el sistema del puerta a puerta en Zizurkil «ha estado plagado de despropósitos, de hacer oídos sordos a la voluntad mayoritaria de los zizurkidarras y de actitudes sectarias». «Bildu, con el alcalde a la cabeza, ha hecho caso omiso a las más de 1.200 firmas, a las manifestaciones en contra de su imposición así como a la petición de consulta popular».

En este sentido ha calificado de «clarificadora» la resolución del Ararteko que señala que «para el cumplimiento de los objetivos resulta necesaria la implicación de la ciudadanía», sugiriendo al ayuntamiento «que propicie la consecución del máximo consenso social para encauzar la inquietud ciudadana hacia el logro de mayores cotas de recogida selectiva».

«Sin embargo. ha subrayado Lazkano, el equipo de gobierno ha dado la espalda al clamor de los zizurkildarras y ha optado por enviar a la policía municipal a registrar las basuras de sus propios convecinos a la búsqueda de datos que puedan identificar a las personas y proceder a sancionarlos en caso de que consideren que no se ajustan o lo que ellos han impuesto».

Tras la resolución del Ararteko, la portavoz jeltzale anima al alcalde a «salir de su inmovilismo y mover ficha» y le pregunta si cambiará de ubicación los colgadores de las fachadas privadas a espacios públicos como las aceras, con el consiguiente gasto, o si procederá a solicitar el permiso oportuno a las comunidades de vecinos afectados o de lo contrario, una vez más, pasará olímpicamente de cualquier resolución, incluida la del Ararteko, o requerimiento vecinal que no se ajuste a su exclusivo y excluyente criterio».

Para finalizar ha reiterado que «el PaP, además de ser más sucio, más caro e incomodo, sigue contando con el rechazo de la gran mayoría del pueblo».