Carme Chacón y José Luis Rodríguez Zapatero durante la presentación del plan en La Moncloa. [EFE]
VIVIENDA

Los jóvenes vascos se quedarán sin las ayudas al alquiler anunciadas por el Gobierno central

El Ejecutivo central dará 210 euros al mes a los menores de 30 años Vitoria considera que la política de Zapatero hará subir los precios

A. LERATE

Miércoles, 19 de septiembre 2007, 16:02

SAN SEBASTIÁN. DV. Los jóvenes vascos que alquilen un piso no recibirán 210 euros al mes, ni dinero prestado para abonar la fianza, ni desgravarán más en la declaración del IRPF. Primero, porque el plan de apoyo a la emancipación juvenil y de acceso a la vivienda que presentaron ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la ministra del ramo, Carme Chacón, no afecta a la Comunidad Autónoma Vasca, donde la competencia en materia de vivienda está transferida. Y segundo, porque el Gobierno Vasco descarta conceder este tipo de ayudas. Los responsables del departamento que dirige Javier Madrazo consideran que están «bien intencionadas», pero dudan de su eficacia social, ya que, según explican, podrían acarrear un incremento del precio de los alquileres.

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De la relevancia que el Gobierno central ha querido dar a este paquete de medidas dicen mucho las formas: el propio Rodríguez Zapatero acompañó a la ministra en lo alto de las escalinatas de acceso al Palacio de La Moncloa, un lugar habitualmente reservado para retratarse con altos mandatarios y desde donde se pronuncian las declaraciones de mayor calado. Allí, revelaron que los menores de 30 años que alquilen una vivienda recibirán a partir del próximo 1 de enero 210 euros mensuales durante cuatro años. El Ejecutivo avalará además a los jóvenes durante seis meses. La ministra explicó que tendrán acceso a estas ayudas todos los jóvenes ocupados de entre 22 y 30 años, cuyos ingresos anuales no superen los 22.000 euros brutos anuales, y que además recibirán un préstamo de 600 euros para el pago de la fianza. Se beneficiarán también quienes ya estén en alquiler. Para recibir estas ayudas directas no se aceptarán contrato de alquiler entre familiares próximos y el beneficiario no podrá ser propietario de una casa.

A esta batería de ayudas para facilitar el acceso a la vivienda se une la deducción fiscal del 10,05%, equivalente a la que existe actualmente para la compra, con un máximo de 9.015 euros. En este caso no habrá límite de edad y los beneficiados serán todos los inquilinos con ingresos máximos anuales de 28.000 euros brutos.

Deducciones

Las medidas son compatibles, de forma que los jóvenes ocupados de menos de 30 años que reciban las ayudas directas para alquilar una vivienda podrán también desgravar el importe de la renta que pagan por su piso.

El plan también contempla ventajas fiscales para los propietarios de la vivienda en alquiler, quienes podrán recibir deducciones de hasta un 100% para ingresos derivados de contratos firmados con jóvenes menores de 35 años y de un 50% en los demás casos.

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Al contrario que lo que ha sucedido con otras medidas sociales anunciadas por el Gobierno, este plan -tachado de «electoralista» por algunos partidos, como el PP, CIU y ERC-, ha sido consensuado con el ministro de Economía, Pedro Solbes. Se calcula que tendrá un coste de 784 millones.

Estas ayudas se aplicarán en quince comunidades, entre las que no se encuentra el País Vasco, competente en esta materia. Javier Burón, viceconsejero de Vivienda del Gobierno Vasco, las considera «bien intencionadas» porque apuestan por fomentar el alquiler protegido, especialmente para los jóvenes «con mayores dificultades para la emancipación» y porque explora el camino de las desgravaciones fiscales, «igualando las deducciones para el alquiler y la compra». A pesar de estas «dos buenas direcciones» del plan, el viceconsejero, a la espera de analizar el proyecto con mayor profundidad, no tiene clara su eficacia social, «porque puede repercutir en el incremento del precio de los alquileres de pisos».

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Burón explica que en otras comunidades y Estados europeos que han dado ayudas directas al alquiler sin un «fuerte control» de la Administración de cómo es la relación entre el inquilino y el arrendador, se han dado casos en los que el propietario entiende que hay un joven que tiene 210 euros más, cantidad en la que le puede subir el alquiler. «Si nadie intermedia, la posibilidad de que estas medidas sean inflacionistas son muy altas».

Burón entiende que las ayudas directas para cualquier joven que gane menos de 22.000 euros brutos al año «no parece el planteamiento más social posible. El diseño de ayudas no ha sido redistributivo: más ayuda a menos renta». El viceconsejero considera «interesante» que el plan busque «igualar» el tratamiento fiscal de la compra de vivienda con el alquiler. «Está bien y va en buena dirección».

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