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AITOR ZABALA
Martes, 30 de octubre 2007, 10:54
ELGOIBAR. DV. Los componentes de Elgoibarko Espeleologia Taldea llevan semanas dándole vueltas a una curiosa piedra que localizaron mientras exploraban una galería en el término municipal de Mendaro ya que, a su juicio, podría tratarse de un vestigio del Paleolítico. Más en concreto, especulan con la posibilidad de que estemos ante una representación de la fecundidad típica del Paleolítico conocida como Venus, aunque para confirmarlo todavía será necesario conocer la opinión de los expertos. «Nosotros somos espeleólogos, no arqueólogos, y tendrán que ser ellos los que dictaminen qué es lo encontramos», manifestaron los espeleólogos elgoibarreses.
El encuentro se produjo en una de las muchas salidas que efec-túan los miembros de este grupo. En esta ocasión, la cueva elegida estaba ubicada en Mendaro. Durante la exploración llegaron a una cavidad que albergaba una gran cantidad de cantos rodados. «Nuestra primera impresión fue que las piedras habían sido arrastradas hasta allí por un cauce de agua que discurría bajo tierra, ya que la galería es de piedra caliza y los cantos son de arenisca. Tiene todo el aspecto de haber sido un sumidero, lo que serviría para explicar cómo habían llegado allí los cantos rodados». Pero animados por el espíritu de Praileaitz, la cueva ubicada en Deba que ha saltado a las primeras páginas de los medios de comunicación por albergar en su interior ornamentos del Paleolítico elaborados a partir de cantos rodados y por los problemas derivados de la existencia en sus proximidades de una cantera, los espeleólogos que participaban en la expedición empezaron a curiosear entre los sedimentos hasta encontrar uno que llamó su atención especialmente: una piedra de 11 centímetros de altura que presentaba cuatro muescas en los costados realizadas, sin ningún tipo de dudas, por la mano del hombre. «La simetría que presentan las muescas, dos en lo que sería el lado derecho y otras dos en lo que sería el lado izquierdo, nos sugiere un obeso cuerpo femenino exento de extremidades, dividido en tres partes y realizado de una forma muy esquemática. La parte situada encima de las muescas podría ser la recreación de una cabeza a la que seguiría un pequeño torso rematado en su parte inferior con un voluminoso vientre que daría a entender que estamos ante una figura vinculada con la fecundidad. Vemos semejanzas con las figuras del Paleolítico que han sido bautizadas con el nombre de Venus y esa es la razón por la que nosotros la bautizamos con el nombre de la Venus de Mendaro», manifestaron.
Los espeleólogos elgoibarreses ya han hecho llegar la noticia de su descubrimiento a la Sociedad de Ciencias Aranzadi así como a otras instituciones con el fin de que ellas adopten las medidas necesarias para resolver el misterio sobre los orígenes de esta figura. Por lo tanto, sólo queda esperar a ver cuál es el veredicto final de los expertos sobre el significado y la datación de la época a la que pertenece de esta figura. En caso de confirmarse las suposiciones de los espeleólogos elgoibarreses podría suponer un eslabón más en la cada vez mayor cadena de datos que señalan a la comarca del Bajo Deba como un referente en la investigación prehistórica. A los nombres de Ekain o Praileaitz se le añaden una veintena de yacimientos más (Ermittia, Kiputz, Urtiaga, Aitzbeltz, Langatxo,...) que conforman un paisaje cultural del Paleolítico Superior para los que la Sociedad de Ciencias Aranzadi reclama medidas para su protección y puesta en valor.
Labor intensa
Esta no es la única aportación que los espeleólogos de Elgoibar han realizado a la arqueología. Así, en el programa de fiestas de San Bartolomé de 1978 dieron a conocer la existencia de una mina de gran antigüedad en los alrededores de Talaixa. «La abundancia de concreciones y los informes previos nos llevaron a pensar que entrábamos a una caverna, pero el examen posterior de la cueva nos demostró que estábamos ante una cavidad artificial ya que localizamos 36 huecos tallados en la pared (lucernarios) en los que se colocaban candiles para alumbrar la galería».
En 1990, aprovecharon el programa de fiestas de Trinidad para publicar el estudio de un túnel datado en el año 1525 que discurría bajo el viejo convento de San ta Clara y, hace unos años, dieron a conocer en la prensa el hallazgo de un hacha de bronce de doble anilla originaria de la Edad de Bronce en la zona de Morterika.
Toda esa labor se desarrolló dentro del colectivo Leizarpe, pero el año 2003 hubo una escisión en el grupo y de ella surgió Elgoibarko Espeleologia Taldea. Desde su fundación, los espeleólogos encuadrados en el nuevo grupo tienen como objetivo prioritario el estudio pormenorizado de las cavidades más representativas de Elgoibar y Mendaro, una labor francamente ardua en el transcurso de la cual los diez miembros que lo componen visitarán alrededor de medio centenar de cuevas. «Recogemos las características de las galerías, realizando planos detallados y fotografías, así como estudios hidrogeológicos con el fin de recopilar la mayor cantidad de información posible», señaló uno de los miembros del grupo.
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