El 'Cantábrico' de Ondarroa gana el primer Arzak de Oro en el concurso de pintxos

SAN SEBASTIÁN. DV. Unos Chipirones en su máxima expresión, lema del pintxo preparado, le sirvieron al bar Cantábrico, de Ondarroa, para adjudicarse el primer Arzak de Oro del concurso de banderillas del congreso D'Pintxos recién estrenado en San Sebastián. Se impuso entre 19 concursantes y un jurado de alto rango: Arzak, Subijana, Bruno Oteiza, Mikel Corcuera y el crítico y periodista Eufrasio Sánchez Marín, de El Comercio, de Gijón. Gana la Gilda de Oro con que se representa este trofeo. La de plata fue para el bar Zagales, de Valladolid, por su banderilla Mar y tierra, aroma y escarcha de verdejo. El bronce lo concedieron al ovetense La Taberna del Zurdo por su Mar y huerta en dos tiempos. El pintxo elaborado con frutas lo ganó Casa Vergara, de la calle Mayor en la Parte Vieja, por su Acuarela mientras el Zeruko, otro donostiarra en pleno ascenso, ganó el mejor pintxo de bacalao, por la Hoguera con su gilda.

Las novísimas cocinas de Sukal Leku, en Villa Yeyette, no daban abasto ayer al mediodía. Diecinueve participantes de arremolinaban y esperaban turno para preparar sus elaborados pintxos. Todos con premio del paladar pero las concretísimas votaciones del jurado, a lo largo de casi tres horas, determinaron el primer palmarés. Con cada pintxo presentado se explicaba su composición y título sugerente. Subijana comentaba un poco de todos los pintxos y los demás aportaban sus opiniones a cada comentario. Por fin, casi a las tres de la tarde, llevó la suma de puntos y el jurado se guardó el acta de los ganadores del certamen. Todo un referente para próximos concursos.

Posteriormente se rindió homenaje al fallecido Peio Martikorena, un innovador en productos de calidad envasada, y a Luis Irizar, un maestro de cocineros «al que todo el mundo quiere», frase que se repetía sin cesar ayer también en Tabacalera.

Arzak se queda sin tren

La mañana había empezado movidita, porque Arzak, que debía elaborar un par de banderillas, llamó desde Madrid a las nueve de la mañana indicando que la catenaria de su tren nocturno se había roto en El Escorial debido al hielo e iba a llegar tarde. Le pidió a su hija que le sustituyese. Lo hizo y preparó perlón rojo, arroz con azafrán y raiz de loto con kefir y algas. Hilario Arbelaitz exhibió su sensibilidad preparando dos otras. Una con gelatina de caviar y crema de limón y otra templada con verdurita y espuma templada de su jugo. Ambas en platillo y con un aspecto sublime.

Otro que encandiló a la audiencia fue Marcelo Tejedor, de Compostela, quien preparó pinxtos como si fueran juguetes para niños: minihuevos con minipatatas, minimejillones... Pensando en el futuro el gallego.

A última hora del mediodía, los expertos tiradores de cerveza dieron un curso a lo interesados, especialmente bareros, que acudieron a ver los mostradores de las firmas expositoras. Como Tibur Eskisabel y su esposa, del restaurante Tiburcio de la Parte Vieja. El checo Jiri Vajner, maestro cervecero y Carlos Cervantes ofrecieron un master de cerveza bien tirada y servida.

Por la tarde, ofrecieron sus creaciones, entre otros, el japonés Koji Fukaya (Vascu, de Hakodate) que viene a Gipuzkoa en cuanto le llaman y no pierde detalle de las ponencias; Dani López, del Kokotxa, que ha estrenado su primera estrella Michelín.

Ponencia del Aloña Berri

Hoy, la mayor expectación corre a cargo de José Ramón Elizondo, del bar Aloña Berri, de Gros, que presenta seis de sus exquisitos pintxos: Guiller (la cucharita de bacalao y verduritas), equilibrio, txirristra, delicia de Ulía y el santo y seña de la casa: la lecherita. Por cierto, su libro de recetas Aloña, sólo pintxos, ha sido premiado por la editorial Gourmand como mejor libro de cocina de España.