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BORJA OLAZABAL
Jueves, 20 de diciembre 2007, 11:45
IRUN. DV. El Valencia no fue mejor que el Real Unión en el partido de ida de dieciseisavos de Copa, pero se llevó el choque con un ajustado 1-2. Los unionistas tutearon y por momentos demostraron más fútbol que su rival, pero al final, la calidad del equipo de Primera se sobrepuso. Durante buena parte del partido los irundarras estuvieron por delante, pero al final se impuso la lógica y ganó el grande.
A pesar de que la eliminatoria se ha puesto muy cuesta arriba, los de Irun pueden estar satisfechos. No sólo se marcharon al descanso con renta en el marcador, sino que estuvieron insistiendo hasta el pitido final en busca del gol del empate. Además, consiguieron dos de los objetivos principales. Salir vivos del Stadium Gal y mantener la emoción durante los noventa minutos.
Todo empezó como estaba escrito en el guión. El equipo de mayor calidad comenzó metiendo miedo a las abarrotadas gradas del Stadium Gal. Sólo habían pasado cinco minutos de partido y el los entrenados por Ronald Koeman dispusieron de una gran oportunidad para ponerse por delante. Una de esas ocasiones en las que la defensa no consigue despejar. Arizmendi recibió un balón al hueco y ganó por piernas a Borda. El valencianista pisó área y evitó la salida de Otermin. Del último quite, el delantero salió trastabillado y tuvo que ceder atrás para que Sunny disparara. El balón rebotó en Berruet y se quedó muerto. Entonces apareció Silva para marcar a placer, pero Otermin estuvo bien de reflejos para sacar bajo palos. Aquí no acabó todo. Hizo falta un disparo más, en esta ocasión de Joaquín, para que el balón acabara saliendo del terreno de juego.
Fue una ocasión múltiple y todos pensamos lo peor, parecía que la goleada no nos la quitaba nadie. Pero la dinámica del juego cambió. Empezaron a relucir las carencias del Valencia, incapaz de crear juego. Con el partido sin timón, los unionistas decidieron tomar la batuta.
Sin tiempo para que Mora entrara en calor -el Real Unión sólo se había acercado a su área en una ocasión-, se produjo la sorpresa y llegó el gol local, en el minuto doce. Abasolo volvió a hacer de las suyas. En una de sus típicas diabluras por la banda izquierda, consiguió irse de Lombán. El Dandy ganó la línea de fondo y devolvió el balón hacia el punto de penalti. Romo abrió las piernas para dejar el esférico a Sergio Francisco, que batió con un potente disparo raso al cancerbero del Valencia. 1-0 y tremendo jolgorio en las gradas.
El primer tiempo continó sin apenas ocasiones, pero con el equipo de la ciudad del Turia ejerciendo cada vez más presión. Tanto que el periodo acabó con la línea che en el centro del campo. Pero el Real Unión pudo aguantar el tirón y alcanzar el descanso con ventaja. La ilusión seguía viva durante el tiempo del bocadillo.
Dominio sin premio
A la vuelta de los vestuarios el Real Unión siguió mostrándose parejo al Valencia. En los primeros compases de la reanudación, pudo llegar el segundo tanto local. Seguro recogió la bola en la banda derecha y sacó un centro-chut que obligó a Mora a estirarse para mandar a córner. Minutos después, el extremo volvió a ser protagonista. Controló un balón en la frontal y se revolvió ante la llegada de Marchena, al que dejó prácticamente sentado, pero su disparo salió manso a las manos del portero.
Pero llegó la vuelta a la realidad. Zigic culminó una contra en el minuto 62 para empatar. Nueve después, de nuevo el serbio, recortó dentro del área a Borda y Badiola para acabar cruzando el balón a la escuadra. Quedaba tiempo para la igualada, pero las fuerzas se habían acabado.
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