
AINGERU MUNGUÍA amunguia@diariovasco.com
Domingo, 2 de marzo 2008, 02:22
Publicidad
SAN SEBASTIÁN.DV. Se ha iniciado ya una lenta cuenta atrás para construir el Jardín de la Memoria y los dos nuevos apeaderos de Renfe y Euskotren en Riberas de Loiola. El parque memorial en recuerdo a las víctimas del terrorismo, un espacio de reminiscencias japonesas que buscará el sosiego de quienes lo visiten en sus 3,5 hectáreas de extensión, se abrirá a finales de 2010 o principios de 2011. El pistoletazo de salida se ha dado hace unas semanas: el Ayuntamiento ha sacado a licitación la redacción del proyecto de cobertura de las vías del tren, la base sobre la que se construirá esta singular zona verde que unirá Amara Osinaga con el nuevo barrio.
Odón Elorza no olvidará una fecha: el 16 de enero de 2008. Su viaje a Madrid para estrechar la mano de la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, fue el punto culminante de años de negociaciones. El protocolo firmado no sólo impulsará la remodelación de la Estación del Norte para la llegada de la alta velocidad al centro de San Sebastián, sino que permitirá acelerar las obras proyectadas en Riberas de Loiola. En esta zona ya no se ubicará la estación de autobuses, pero sí un intercambiador ferroviario que hará realidad la interconexión de Renfe y Euskotren, cuyas vías se cruzan en este punto a diferente altura.
Ayuntamiento, el gestor ferroviario Adif y el Departamento de Transportes del Gobierno Vasco ya trabajan en el proyecto que comunicará los dos nuevos apeaderos. El de Renfe -costará 8 millones de euros- tendrá la salida de viajeros por la calle Gregorio Ordóñez, pero sus andenes llegarán hasta el paseo Zorroaga, donde Euskotren tendrá su nueva estación. En una reciente reunión, el Ayuntamiento presentó un proyecto que permitiría que los viajeros que entraran por el paseo de Zorroaga pudieran bajar a los vagones de Euskotren o a los de Renfe, uno de los objetivos que ha estado defendiendo el Gobierno Vasco hasta la fecha. Según fuentes municipales, la primera impresión que obtuvieron los responsables de Euskotren fue positiva.
Pero el alcalde logró de la reunión con la ministra algo más, algo por lo que el Ayuntamiento peleaba desde hace tiempo: avanzar en el cubrimiento de las vías, antes de construir los nuevos apeaderos, para poder ejecutar sin más dilaciones el Jardín de la Memoria. Este deseo exigía que, aunque la obra es competencia de Adif, los trámites los pudiera lanzar ya el Ayuntamiento.
Publicidad
En las próximas semanas se conocerá la empresa que realizará el proyecto para lo que contará con 4 meses de plazo. Con el proyecto encima de la mesa en verano, el Ayuntamiento solicitará el visto bueno de Adif para que se saquen a concurso las obras (octubre). La previsión municipal es que los trabajos empiecen el próximo mes de enero. Se trata de hacer una caja de cerillas de un tamaño gigantesco ya que tendrá 160 metros de largo y 55 de ancho. No sólo deberá cubrir las actuales dos vías de Renfe, sino ampliarse sustancialmente para tapar el espacio bajo el que circulará el futuro tren de alta velocidad.
Esta obra costará 8,3 millones de euros y se prevé que pueda estar finalizada en 15 meses (Semana Santa de 2010). Para entonces ya se habrá adjudicado la construcción del Jardín de la Memoria, que se ejecutará sin solución de continuidad a lo largo de 9 meses. Su presupuesto asciende a 4,5 millones de euros.
Publicidad
¿Qué veremos allí dentro de tres años? El equipo formado por Abr+arquitectos y Lur Paisajistak ganó el concurso convocado para diseñar este parque en homenaje a las víctimas del terrorismo. Su planteamiento es convertir el espacio en sí mismo en un memorial y para ello entiende que no hay jardín que mejor evoque el sosiego, el recogimiento y la reflexión que un jardín japonés.
La estructura del parque se basará en montículos de tierra y caminos curvilíneos que permitirán envolver y aislar al visitante del ruido exterior. Los caminos embocarán en un espacio central con forma ovalada, una plaza para la contemplación que tendrá en el centro un pequeño estanque, una lámina de agua que reflejara como un espejo la vegetación circundante. Unas grandes rocas pulidas y unos chorros verticales de agua serán los encargados de aportar el contrapunto dinámico a este lugar, que hasta dispondrá de una playa de madera como zona de estancia.
Publicidad
Flores blancas
Pero si hay un elemento que definirá el Jardín de la Memoria será sin duda alguna su vegetación: dos hectáreas de follaje verde y salpicadas de contrastantes flores blancas. Abedules, cerezos, perales, magnolias de diferentes especies, agapantos, penisetos, calamagrostis, deschampsias, anémonas y hortensias se encargarán de que el color de la paz y de la pureza predomine a lo largo de todo el año. Un espacio singular, que tendrá un mobiliario propio y específico, dispondrá de cinco entradas, contará con un vallado metálico no homogéneo, «a modo de briznas de hierba» -según la memoria oficial del proyecto-, y que prevé una zona de juegos infantiles rodeada de pinos junto a la iglesia que en un extremo del parque levantará el reputado arquitecto Rafael Moneo.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
El origen de la expresión 'joder la marrana' y su conexión con el vino
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.