PPLL
Domingo, 16 de marzo 2008, 10:13
Las urnas volvieron a dar una nueva fotografía de la sociedad vasca. Ganó Rodríguez Zapatero a Rajoy y en Euskadi los socialistas que lidera Patxi López doblegaron con claridad al PNV, que deja de ser hegemónico. Los comicios generales provocaron una sangría de votos en las filas jeltzales, que han iniciado un proceso de reflexión en su seno. Una semana después del 9-M cuatro expertos hacen una radiografía de la situación sociopolítica. Muchas son las preguntas que surgen ante el cambio de escenario que se está detectando en las últimas citas electorales en Euskadi. En las respuestas de los sociólogos también se dibujan tendencias.
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Las preguntas
1Después del triunfo socialista en Euskadi el pasado 9-M, ¿está cambiando la sociedad?
2¿A qué se debe el retroceso en votos del nacionalismo?
3¿Se pueden extrapolar los resultados electorales del 9-M con las próximas elecciones autonómicas?
4Tras los últimos comicios, ¿considera factible la celebración de una consulta en Euskadi?
JAVIER ELZO
Catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto
«Ha habido errores internos en el nacionalismo»
1 Es muy rápido para decirlo. Una sociedad no cambia tan fácilmente. Hace siete años, en las elecciones autonómicas, el voto nacionalista superó por más de 120.000 sufragios a los de ámbito estatal.
2 Básicamente a errores propios. Falta de liderazgo y mensaje difuso en Vizcaya, radicalidad en Gipuzkoa. La bipolarización y algo también el asesinato de Isaías Carrasco habrán influido pero lo esencial, insisto, está en errores internos del nacionalismo vasco.
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3 Obviamente no, lo que no quiere decir que, después de las municipales, la tendencia descendente del nacionalismo se detenga aunque obtenga mejores resultados que en las generales.
4 Factible es, por supuesto. Personalmente sostengo que la consulta debe hacerse tras un proceso de diálogo entre todos los partidos políticos, que quieran dialogar, claro está. Confío en que el PSOE quiera comenzar, de verdad, a poner encima de la mesa el contencioso vasco. Sería muy importante que el PP entre en ese diálogo. Veo poco tiempo antes del 25 de octubre para que ese diálogo pueda fructificar, pero sí cabe pensar en una fecha aproximada, no remota, con el doble principio de «no imponer, no impedir». En consecuencia, yo no plantaría una consulta en la fecha prevista pero el nacionalismo y el lehendakari Ibarretxe deben tener la certeza moral de que, de una vez por todas, se va a hablar de política, haga lo que ETA. También habría de ponerse de acuerdo en que el objetivo final de ese diálogo debe ser llegar a un acuerdo político o propuesta que supere, como poco, el apoyo, que debe ser plural, que ya obtuvo en su día el Estatuto de Gernika.
ANDER GURRUTXAGA
Catedrático de Sociología de la UPV
«Cada vez se vota menos por razones identitarias»
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1 Es difícil sacar conclusiones definitivas. Creo que la sociedad vasca está atravesada por el mismo tipo de preocupaciones que la gran mayoría de las sociedades occidentales. ¿Qué le interesa más a los ciudadanos vascos? Que sus hijos tengan acceso a un trabajo digno, que puedan acceder a una vivienda, que su esfuerzo pueda verse recompensado, que la sanidad dé cobertura a sus necesidades, que la educación sea, de verdad y de calidad. Les interesan menos querellas interminables de origen político, o la permanente discusión sobre identidades restrictivas. Lo que está indicando es que la sociedad vasca del siglo XXI es abierta, plural y pluralista, que disfruta con la prosperidad y con el bienestar alcanzado, que rechaza la prepotencia en política, los conflictos interminables y la impostura institucional porque creen que esto va en contra de todo lo que añoran y desean. Es una sociedad que se ha individualizado y privatizado mucho en poco tiempo. Nos encontramos ante votantes sin complejos, que dan mucha importancia al 'statu quo', a la calidad de vida y al bienestar, que tienen identidades abiertas y que cada vez votan menos por razones identitarias y más por razones sociales.
2 Hay elementos que explican este hecho. Ha habido ausencia de liderazgos evidentes. No se sabía sobre quién pivotaba la campaña del PNV. Se registró un acusado bipartidismo, que el nacionalismo no supo contrarrestar. El nacionalismo vasco da por ganados miles de votantes a los que, en realidad, tiene que convencer y seducir con sus propuestas. También hubo exceso de confianza al creer que lo que ha funcionado otras veces va a seguir funcionando. Muestran una fe ilimitada en el poder de la política identitaria, cuando ésta cada vez es más limitada para explicar el comportamiento electoral de los vascos.
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3 Las extrapolaciones miméticas nunca funcionan. Los datos de las últimas elecciones, como autonómicas, municipales y generales, están indicando una tendencia: la pérdida de votos del nacionalismo institucional. Pero es evidente que esto no significa que automáticamente dicha tendencia se repita en próximos comicios autonómicos. Hay varios hechos a tener en cuenta. El PSE pierde presencia y capacidad electoral cuando aborda las elecciones autonómicas. El PSE, a veces, da la impresión que no ha resuelto cuestiones que le atenazan: ciertos complejos cuando tiene que abordar las bases identitarias de la sociedad vasca. Se aprecia debilidad intelectual para confrontar el discurso sociosimbólico del nacionalismo; y cierta debilidad en el liderazgo político en Euskadi. Necesitan ganar distancia y autonomía del poder central de su partido y tienen que creer en sus posibilidades reales. Es probable que se produzca una nueva coyuntura política que rompa la tendencia apuntada y puede ocurrir también que el nacionalismo institucional mantenga su hegemonía, bien porque sea capaz de manejar mejor su posición de minoría prevalente o bien porque la oposición no sea capaz de ganar terreno, bien en las urnas, bien en el sistema posterior de alianzas políticas y se conforme con seguir siendo oposición.
4 La consulta tiene varios problemas. El primero, y no es el menor de ellos, es que se ha convertido en un símbolo. Se acepta o rechaza a priori, sin necesidad de conocer en toda su dimensión y con todas sus consecuencias el contenido de la misma. Su aplicación práctica tiene algunas dificultades. Las bases sociales y electorales, así como los partidos que las sostienen han salido debilitados de los últimos comicios. Los objetivos de la propuesta del lehendakari aparecen bastante difuminados porque la izquierda abertzale no manifiesta ningún interés por ella. Que ETA desaparezca si ésta se celebrase no está al alcance de la consulta. Al PSOE, ganador de las últimas elecciones, la consulta ni le gusta ni la apoya, y al resto de las fuerzas políticas que se mueven en el Estado les incomoda bastante.
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FRANCISCO LLERA
Catedrático en Ciencias Políticas de la UPV
«La alternancia política ya es visible y posible»
1 La sociedad vasca es la que es y mucho más plural y menos nacionalista de lo que la hegemonía mediática, institucional y clientelar del nacionalismo quiere hacer ver. Basta ver los datos continuos sobre su pluralismo, que nos da el Euskobarómetro. Por otro lado, no es ninguna novedad que el autonomismo gane en las elecciones legislativas porque es lo que viene sucediendo desde los 90, como ya sucediera al comienzo de la Transición. Lo que pasa es que es posible que haya encontrado las razones que le faltaban y el tiempo oportuno para mostrarse tal como es y de una forma democrática. Se necesita tiempo y acierto para consolidar esta especie de rebelión democrática en las urnas.
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2 Es muy simple, ante todo, al hartazgo y la fatiga de sus devaneos narcisistas y su falta de respeto a la pluralidad y a las actitudes mayoritarias de moderación, integración y reformismo de la sociedad vasca. Son los efectos de haber echado por la borda la política y el liderazgo de Imaz, no haber cerrado a tiempo el ciclo de Lizarra en el que sigue instalado el empecinamiento del tándem Ibarretxe-Egibar. Pero, también, el miedo a hacerles frente a los matones en los pueblos en los que ejercen su control social.
3 No son extrapolables automáticamente, pero hay un ciclo claro que apunta tendencias y, como mínimo, ahora la alternancia en la primera posición ya es visible y posible. Todo depende de la respuesta y la gestión que los actores políticos hagan de este resultado.
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4 Hoy, afortunadamente y gracias a nuestra ciudadanía, está más lejos que hace una semana. Ese tipo de planteamientos plebiscitarios y populistas son propios de mentes no democráticas o situaciones absolutamente excepcionales en una democracia representativa que funciona, como la nuestra. El referéndum está previsto en nuestro ordenamiento institucional para cuando los políticos han conseguido un consenso sobre la materia a refrendar -Constitución y Estatuto-, o a la vista de la imposibilidad, pactan el desacuerdo y las alternativas a consultar a la población. No es el caso y menos aún en una situación de violencia asimétrica y limpieza étnica como la vasca. Por otro lado, esa huida hacia delante del nacionalismo, con la connivencia indecente y bien castigada de IU, es prueba de su fracaso y su perversión política, que no quiere el pluralismo de esta sociedad ni la derrota democrática, en su más amplio sentido, del fanatismo, la intolerancia y el terrorismo, porque aspira a cobrar réditos políticos.
TERESA LAESPADA
Doctora en Sociología de la Universidad de Deusto
«El intento de Zapatero se ha entendido muy bien»
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1 Es indudable que la sociedad cambia. Es un ser vivo, dinámico y se va transformando y adaptando a medida que se transforman las condiciones de vida, los avances científicos y del conocimiento, el proceso globalizador y se incorporan nuevos miembros a la misma. ¿Toda esta gran transformación social tiene resultado en la política más local? Indudablemente. Sin embargo, estas transformaciones no explican por sí solas el vuelco producido el 9-M. Yo hablaría más bien de una amalgama de factores interrelacionados entre los que se encuentran la fuerza de la polarización bipartidista, aunque mucho menos de lo que algunos quieren creer, pero también el intento de conseguir un final de la violencia de ETA dialogado por parte de Zapatero que en Euskadi se ha entendido muy bien. También ha influido el mensaje vasquista y de dimensión social del socialismo vasco que ha conectado bien con un electorado preparado para ello, los errores cometidos por el PNV y por el tripartito y, en menor grado, la llamada abstencionista de ETA que ha acercado a las urnas a un colectivo que ante el temor de que su opción abstencionista fuera contabilizada como triunfo de la izquierda abertzale votó socialismo.
2 El PNV no ha sabido considerar la fuerza de la campaña electoral para ser visible. Ha querido mostrar que estas elecciones no van con ellos, que lo que le interesa es el Gobierno Vasco, por ello ha fabricado una campaña electoral anodina, invisible para su electorado, sin mensaje. Ha partido de un error de cálculo, considerando que la fidelidad de sus votantes está por encima de campañas y que su voto es fiel desde la raíz emocional. Pero también ha cometido errores de gran calado. La tradicional bicefalia del PNV donde se mostraban a la vez dos posturas casi contradictorias de entender, el nacionalismo desde el más moderado hasta el más soberanista, se ha roto. Hasta entonces, la ciudadanía nacionalista más moderada podía sentirse cómoda reclamando derechos históricos sin llevarlos a la práctica. La desaparición de una moderación personificada en los últimos tiempos en Josu Jon Imaz y la hegemonía del nacionalismo más radicalizado dentro del PNV no ha sido bien acogida por una parte importante del electorado del PNV, pero se mantuvo en silencio por el temor a que una radicalización en las posturas pudiera conducir de nuevo a una escisión o a dar demasiados argumentos al adversario. El conflicto quedó larvado pero no solucionado y las urnas le han dicho al PNV que se ha equivocado. Tampoco debe olvidarse que el desgaste del tripartito es más real que imaginario.
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3 Es cierto que hay voces que hablan del cambio del ciclo político nacionalista en Euskadi, necesario para mostrar salud política. Sin embargo, mucho depende de cómo se juegue la partida de aquí a las elecciones autonómicas cada uno de los contrincantes. El PSE se posiciona en un lugar de privilegio para optar a la presidencia del Gobierno Vasco, algo impensable hasta ahora. Pero supongo que el PNV reaccionará para evitar perder las elecciones, aunque no sé si aún tiene cintura para poder hacerlo. El escenario que se abre de aquí a las autonómicas es muy interesante porque probablemente vamos a ver mucho juego político en Euskadi.
4 La consulta es una sinrazón, ya que no ha sido pactada con la oposición. Una cuestión semejante debe tratar de obtener un amplio consenso democrático o está condenada a dividir más que a unir. Sin embargo, desde el análisis político, las urnas le han dicho al PNV y al lehendakari que sus fieles votantes ya no les siguen. Probablemente deben realizar un proceso de modernización y adaptación de sus principios básicos al electorado del siglo XXI. El intento de mantener una consulta que enfrenta y posiciona en posturas encontradas a la ciudadanía, la cual se encuentra muy alejada ya de disquisiciones políticas y cuyo interés por la política se sitúa en el plano más cotidiano, resulta incómodo para su electorado.
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