
JAVIER SADA
Jueves, 10 de abril 2008, 02:55
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Este año el llamado Desfile de la Victoria se celebró el día 1 de abril, aunque otros años también tuvo lugar en distintas fechas. Apenas amanecido la avenida del Generalísimo, hoy de la Zurriola, era ocupada por los vehículos del Cuerpo de Artillería en tanto que la infantería se situaba en la Alameda de Calvo Sotelo, hoy del Boulevard.
La Misa de campaña comenzó a las 11.30, estando colocado el altar en el kiosco de la música, presidida por el obispo de la diócesis, Jaime Font Andreu, y los gobernadores civil y militar, Tomás Garicano Goñi y Enrique Vidal Munarriz, respectivamente.
Antes de comenzar el acto religioso, pasaron revista a las tropas los ya citados junto al capitán de Estado Mayor, Felipe de Ugarte y Lambert (alcalde de San Sebastián de 1969 a 1973).
Concluida la Misa los asistentes se trasladaron a las tribunas instaladas en la calle Hernani, desde donde presenciaron el paso de los varios miles de hombres que tomaron parte en el desfile. La autoridad civil estaba representada por el presidente y vicepresidente de la Diputación, José María Caballero y Miguel Sagardia, y por el alcalde y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento donostiarra, Juan Pagola Birebén y Fermín Rezola, sin faltar los respectivos delegados del Movimiento Nacional, Falange, Sección Femenina, etc.
Destacaron, como siempre lo hacían, los miembros de la sección de esquiadores del Regimiento de Cazadores de Montaña nº. 8, que con sus trajes blancos y los esquíes cruzados sobre el hombro rompían la monotonía del resto de los uniformes. También era costumbre recibiera aplausos el Destacamento de Sanidad.
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Los vehículos brindados, tres compañías de cañones del Batallón C.C.C.º. 11 y del Regimiento de Montaña nº. 8, fueron objeto de curiosidad para el público que ocupaba las calles del recorrido: Hernani, Andía, Miramar y Urbieta.
En otras ocasiones, como en 1956, el acto del Boulevard se prolongaba en demasía al ser costumbre se celebrara la Jura de la Bandera. Los familiares tenían lugar reservado en tribunas junto a la parada de los trolebuses de Igueldo y Amara y los alumnos de centros escolares en la terraza del Ayuntamiento.
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En todo caso nombres de batallones y regimientos con acuartelamientos en Loyola e Irun del que guardan memoria varias generaciones de donostiarras por haber hecho en ellos, aquellos años, la mili obligatoria.
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