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El retablo mayor de la parroquia de Altzaga. /MUÑAGORRI
Los tesoros de Altzaga
ALTZAGA

Los tesoros de Altzaga

El retablo mayor de la parroquia de Altzaga es uno de los primeros exponentes del Renacimiento guipuzcoano, junto con el de Ezkio, Garagarza y Oñati

LANDER MUÑAGORRI

Jueves, 10 de julio 2008, 04:01

DV. En la iglesia parroquial de Altzaga hay un tesoro escondido, un tesoro que se ha guardado durante largos años; y no, no nos referimos a la gran encina de alrededor de 120 años que le da sombra a la plaza, y que se ha convertido en icono del pueblo, sino que hablamos sobre el retablo del siglo XVI que hay dentro de ella. Restaurada hacia el año 2001, esta obra de arte puede contemplarse en contadas ocasiones al año, puesto que la iglesia suele estar cerrada a lo largo del año y se suele abrir en días señalados, tales como en las fiestas patronales de San Miguel. Los feligreses tienen otro punto de encuentro para los oficios de los domingos, ya que la parroquia se les queda demasiado grande.

Pero los días que se abren al público las puertas de la parroquia San Miguel de Altzaga, todos los asistentes tienen ocasión de disfrutar del retablo mayor. Fue en el año 1746 cuando se adquirió a la parroquia de Idiazabal la pieza que se conserva aún en nuestros días, que sustituyó el lugar de otros retablos que ocuparon su lugar anteriormente, hoy en día desaparecidos.

La pieza, por tanto, data del siglo XVI, y se considera fruto del estilo plateresco; esa temprana cronología le otorga un gran interés al retablo, que es uno de los primeros exponentes del Renacimiento escultórico en Gipuzkoa. Se desconoce cuál fue el autor, pero el fuerte arraigo de los recursos góticos entre los artistas de su época tiene clara constancia en esta obra. A consecuencia de ello, podemos observar cómo conviven en la misma pieza formulaciones de estilos pasados, y otros más avanzados.

Además del retablo mayor de Altzaga, en Gipuzkoa quedan más constancias de retablos de la época plateresca, tales como la de Garagarza, Ezkio u Oñati.

Más tesoros

Pero dicho retablo no es el único objeto de valor que hay en el municipio, puesto que en la ermita de Altzagarate hay un busto de la Virgen de traza románica que data entre los siglos XI o XIII.

Se cree que el primer núcleo del municipio de Altzaga tuvo lugar en el barrio de Altzagarate, en torno a esta ermita, que fue en su día la parroquia original del pueblo; la ermita de Andra Mari, también del estilo románico, cuenta con una situación privilegiada, ya que cuenta con unas espléndidas vistas de toda la comarca de Goierri, hecho que refuerza la teoría de que éste fue el primer núcleo de Altzaga, ya que tiene una ubicación estratégica muy adecuada.

Después, con el paso de los años y de los siglos, se construiría la iglesia parroquial de Altzaga, que como la mayoría de las de Gipuzkoa se amplió en el siglo XVI de la mano del maestro cantero Miguel Eizpuru. Por aquel entonces, la villa contaba únicamente de una casa alrededor de la iglesia, y el resto del valle se resumía en una vasta selva donde animales salvajes como lobos u osos pastaban a sus anchas.

Podemos observar, por lo tanto, que el municipio de Altzaga en sus dos puntos religiosos cuenta con unas obras de arte que tienen un valor incalculable, tanto por su antigüedad, como por su valor artístico.

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