El Arrate, apeado a penaltis

DV. Siempre al débil y al pequeño se le desea mejor suerte y ayer el Arrate estuvo a punto de soprender al Portland y dejarle fuera de la final de Egia.

Los navarros se confiaron en la recta final y pensaban que tenían todo el pescado vendido cuando a menos de cinco minutos disfrutaban de una renta de cinco goles (28-33). Está claro que se equivocó diametralmente, ya que al igual que ocurrió el miércoles ante el Ciudad Real en Zumaia, los eibartarras recuperaron a base de contragolpes el terreno. No sólo lograron equilibrar la contienda dentro del último minuto, sino que incluso recuperó un nuevo balón de oro que hubiera valido el pase directo a la final si no es por Svensson. El meta sueco evitó que Ivo Díaz le volviera a colar un gol.

A continuación, fue Malumbres quien forzó los penaltis al detener un venenoso golpe franco ejecutado por el astuto y hábil Ruesga.

En la ronda de fatídica dos paradas de Svensson y Saric por una de Malumbres dieron finalmente el billete al Portland

Gratísima impresión

El Arrate sigue en su línea, ofreciendo una brillante imagen, en virtud del juego que despliega y la actitud. Comenzó por levantar una compacta barrera defensiva que el Portland sólo fue capaz de minar a base de cañonazos . No obstante, este cerrojo le provocó multitud de recuperaciones y la opción de explotar eficazmente el contragolpe. La contienda se mantuvo equilibrada hasta los últimos diez minutos.

Este fue el intervalo en el que la maquinaria navarra, indiscutiblemente más potente y con mejor engranaje, comenzó a rendir al máximo. Se limitó básicamente a sacar rentabilidad del bache de los eibartarras, al acumular en un corto intervalo la mayor parte de las pérdidas de balón.

Final: Ciudad Real-Portland 19.30

3º y 4º: Arrate-Ademar 17.30