Muere una paseante de 64 años en la playa de Muskiz arrastrada por una ola

DV. Margarita S.I., de 64 años, y su amiga Severina C.M., de 63, ambas vecinas de Leioa, aprovecharon la soleada tarde del sábado para ir a dar un paseo a la playa de La Arena, en Muskiz. A otros muchos paseantes, dueños de perros y familias se les ocurrió la misma idea. El cielo lucía completamente despejado, pero, en contraste, la mar estaba muy picada. Según la previsión que manejaba ayer Salvamento Marítimo, el maretón (mar de fondo) podía hacer romper en la orilla olas de hasta tres metros.

Eran aproximadamente las tres de la tarde. Las dos mujeres recorrieron la playa de punta a punta y al llegar a la curva de Pobeña, donde el mar se mezcla con la ría de Barbadún, se hundieron en la arena mientras caminaban. En este tramo, situado justo debajo del puente de Pobeña, se habían formado remolinos. En ese momento, las dos mujeres fueron engullidas por una ola, según explicó después la superviviente. La resaca las volteó y fue empujándolas hacia el interior de la ría. Severina logró acercarse como pudo hasta la orilla. Su bolso apareció horas después en una zona de marismas, a varios metros de distancia.

Margarita, sin embargo, quedó boca abajo en el agua mientras la corriente la arrastraba hacia dentro. Un ertzaina de paisano que se encontraba trabajando en las inmediaciones escuchó los gritos de la mujer y vio flotando en el agua a Margarita. El agente se lanzó al agua desde una rampa situada junto a una residencia de personas mayores para intentar rescatarla. La alcanzó a nado en mitad de la ría, y consiguió acercarla hasta la arena. El policía comprobó que la mujer había entrado en parada cardiorrespiratoria e intentó, con la ayuda de otras personas, reanimarla, pero Margarita ya había muerto.

«No se movía»

Su amiga, muy afectada por la situación, sufría una hipotermia y había tragado mucha agua. La mujer estaba completamente empapada. Sanitarios de una ambulancia de la DYAl e ofrecieron los primeros auxilios en el lugar. Después la trasladaron hasta el hospital de Cruces, donde quedó ingresada, según confirmaron ayer fuentes médicas.

Agentes de la comisaría de Muskiz cubrieron con una sábana blanca el cadáver que yacía sobre la arena. Miembros de la comitiva judicial ordenaron el levantamiento del cuerpo, que fue trasladado a través de la playa por operarios de una funeraria. La trágica noticia se extendió con rapidez por Pobeña, un enclave muy visitado los fines de semana. «Cuando la han visto estaba boca bajo y no se movía», explicaba una mujer que se encontraba en el lugar en el momento de los hechos.