La plazoleta de la Brecha ganará espacio tras sustituirse la inutilizada estructura actual

DV. El denominado Espacio Cánovas, en la plazoleta de la Brecha, pasará a la historia esta primavera. La actual estructura, de reducida funcionalidad, será desmontada para dar paso a un acceso al mercado de la planta sótano mucho más liviano. El resultado será una estructura de una sola planta y de menor superficie, que aumentará el espacio de la plaza y resaltará la arquitectura de los edificios históricos de la Brecha y la Pescadería.

Esta actuación es uno de los proyectos que sufragará el fondo estatal para la reactivación de la economía -su presupuesto es de 1.400.000 euros-. Las obras saldrán a concurso el próximo viernes 6 de marzo y tras la Semana Santa está previsto que comiencen los trabajos, que se prolongarán hasta final de año. «Esperemos tener todo listo para el día de Santo Tomás, y si no para San Sebastián», señaló el concejal de Fomento, Enrique Ramos, en la rueda de prensa en la que explicó el proyecto junto al alcalde, Odón Elorza, y el gerente del centro comercial, Mikel Arredondo.

La actual construcción tiene una década y nunca ha tenido una función muy clara. Las pasarelas para comunicar los dos edificios de la Brecha nunca han sido muy utilizadas y para cobijar a los cinco negocios ubicados en la plaza no hacían falta tantas alforjas. Elorza, no obstante, recordó que la construcción del actual edificio no fue pagada por el Ayuntamiento, sino por la concesionaria inicial de la Brecha. En los últimos años, el gobierno municipal pretendió ubicar en este espacio la sede de turismo, pero el rechazo de toda la oposición -que en la anterior legislatura tenía mayoría absoluta en el Pleno- impidió que prosperase la idea.

¿Qué se persigue con la operación? Ganar espacio libre en la plaza -un 13,6% más-, reducir el volumen construido -se pasará de 6.343 m3 a 1.462 m3-, y aumentar la iluminación natural del mercado de la planta sótano. El diseño agrupa los cinco negocios ubicados en la superficie de la plaza -dos floristerías, una tienda de chuches, un quiosco de prensa y una cafetería- entorno al acceso a la planta inferior, de tal forma que la nueva construcción sólo tendrá una superficie de 328 m2. El nuevo acceso de la Brecha será de una sola planta lo que despejará la visión y resaltará el protagonismo de los dos edificios históricos. La fachada de esta construcción será de «vidrio flotado extraclaro, sellado, autolimpiable y con filtro solar», una pantalla de cristal que envolverá los cinco comercios y el acceso al mercado. La cubierta será plana y en la misma se ha proyectado un gran lucernario, que aunque será algo más reducido que el hueco actual, «aportará más luz que ahora a la planta sótano». Los cinco locales comerciales tendrán planta ovalada y cada uno dispondrá de un acceso independiente desde el exterior. El acceso al mercado de la Brecha se realizará vía escaleras mecánicas o ascensor. «Será una construcción atractiva, moderna, ligera, que minimiza el impacto y solventa el poco satisfactorio resultado de la anterior edificación», indicó Elorza.

Arredondo explicó que los gestores del centro comercial han apoyado el proceso buscando la «puesta en valor» de este espacio, con vistas a «un relanzamiento» de la Brecha como el centro comercial que se merece este espacio privilegiado de la ciudad.

La construcción del nuevo acceso exigirá reubicar provisionalmente en las inmediaciones de la calle San Juan a los cinco comercios de la plaza. La actividad del mercado se mantendrá durante la ejecución, con el acceso desde el edificio de la Brecha. Durante el primer mes y medio se desmontará la actual estructura, para dar paso a continuación a la construcción del nuevo acceso. El espacio libre ganado a la plaza se repavimentará con las actuales losetas de granito gris. Elorza explicó que el espacio quedará diáfano, sin mobiliario ni jardinería, para resaltar la arquitectura del entorno.