
JAVIER SADA
Martes, 21 de abril 2009, 03:47
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Tiempos nuevos, Ayuntamiento nuevo. Ayer hizo treinta años y tal día como el de hoy de 1979 se publicaba en EL DIARIO VASCO que «Alkain, proclamado alcalde por encabezar la candidatura más votada».
El lleno en el Salón de Plenos fue de los que hacen época. Lleno hasta la bandera... en caso de existir entradas se hubiera colocado el clásico cartel de . Y no era para menos... superado el periodo de la Gestora, presidida por Ramón Jáuregui, se trataba de elegir a la primera Corporación Municipal democrática.
El recuento de los votos tuvo por algo que resultaba elemental... los concejales fueron llamados a depositar su papeleta, para elegir alcalde, por grupos políticos y en función de los votos obtenidos... así que primero votaron los concejales del PNV... y sus votos quedaron al fondo de la urna... encima los de HB, y los de CI, y los de PSE y los de EE... que quedaron arriba del todo.
Cuando el Secretario comenzó a sacar las papeletas para su contabilidad fueron ganando los que habían votado los últimos, que al estar sus votos encima se sacaron en primer lugar...
Porque érase que no estaba «todo el pescado vendido»... había incertidumbre por lo que haría la Coordinadora de Independientes con sus cinco votos... Al final, cada grupo se votó a sí mismo, a excepción de EE que lo hizo a favor de HB... Félix Soto ganaba con nueve votos... ¿qué pasaría con los Independientes?... Pues no pasó nada: que siguieron la tónica general de votarse a sí mismos, es decir, a Carlos Zubeldia.
Y comenzaron a leerse los votos del PNV que eran nueve, y como eran nueve, nueve votos obtuvo su candidato el señor Jesús María Alkain... ¡empatado con Félix Soto! El Secretario dio lectura a lo que disponía la ley: «en tales circunstancias será proclamado automáticamente el candidato a alcalde de la lista que tenga mayor numero de votos».
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Goras, irrintzis y aplausos... y la Banda de Txistularis que interpretaba el para saludar al alcalde que «con la emoción expresada en su rostro» pronunciaba el discurso de rigor... antes de dar comienzo al primer Pleno extraordinario.
Se celebró el Pleno... y los aplausos de media hora antes se tornaron en los primeros altercados verbales... ¡Había llegado la hora de la verdad»! ¡La hora de trabajar!... ¡No sabía el señor Alkain, persona de orden, serio, cordial y de extremada educación, los cuatro años que le esperaban!... de momento, a la una menos cuarto, antes de abandonar el Ayuntamiento, se cantó el y los txistularis interpretaron el .
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