El Arrate se estrelló ante el inspirado meta bosnio Saric

DV. Desde su último ascenso a la Asobal hace cinco temporadas el Arrate lo más que había conseguido arrancar del pabellón universitario de Pamplona fue un empate. El contexto bajo el que recaló ayer en la pista del Portland no parecía el más propicio para repetir las dos victorias consecutivas cosechadas a principio de los noventa. La escuadra navarra salió a por los dos puntos que le acerquen lo más posible a la Champions. Finalmente así fue, ya que esta nueva victoria le ha permitido remontar un puesto en la tabla en detrimento del Ademar y se coloca cuarto a falta de dos jornadas para la conclusión. Para el Arrate, en cambio, el partido tenía visos de trámite al no jugarse nada.

Aún así, los eibartarras plantaron cara desde el inicio e incluso llegaron a tomar la iniciativa en el marcador (7-8 y 8-9), tras sacar partido a la superioridad numérica. A continuación entraron en un bache que les mantuvo casi todo el segundo cuarto de la primera mitad sin anotar. Como contrapartida encajaron un parcial de 4-0. A partir de aquí se mantendrían siempre a remolque.

Esta vez no fue la férrea defensa que acostumbra a emplear el Portland lo que frenó las aspiraciones de los albiazules sino la inspirada noche que tuvo el meta Saric. Durante el cuarto de hora que estuvo sin anotar el bosnio detuvo los lanzamientos exteriores de Cutura y Stefanovic, un contragolpe de Salaberria y otra tentativa de Arroyo.

El Arrate en ningún momento bajó los brazos. En la reanudación volvió a sufrir un pequeño varapalo al ver cómo el Portland se marchaba paulatinamente hasta llegar a abrir un hueco de siete goles (24-17) que dejaba la contienda decidida a falta de un cuarto de hora. Pero los eibarreses de nuevo se recompusieron hasta el punto de lograr reducir la diferencia a cuatro goles.