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Juan Martínez de Irujo se toma un descanso durante el entrenamiento del lunes en el Atano III de Donostia. /MICHELENA
Inteligencia o fuerza
PELOTA

Inteligencia o fuerza

Aritz Altadill, preparador físico de Irujo, desvela la planificación seguida por el delantero de Ibero para alcanzar la final del Manomanista

ENRIQUE ECHAVARREN

Sábado, 30 de mayo 2009, 04:08

DV. ¿Qué es más importante en una final? La inteligencia o la fuerza. El debate está ahí. Hay pelotazales que creen que el garrote marca diferencias en la cancha. Y otros que dan más importancia a tener la cabeza bien amueblada, a saber seleccionar las jugadas y decidir en el momento justo. Entre estos últimos se encuentra Aritz Altadill, preparador físico de Martínez de Irujo.

Este pamplonés de 34 años, que estudió IVEF en Vitoria, posee además un Master de Alto Rendimiento en Fisiología del Comité Olímpico Español. Palista profesional, se rompió el tendón de Aquiles hace tres meses y piensa reaparecer en julio. Lleva casi un lustro con el de Ibero y la condición física del delantero navarro ha sufrido un cambio sustancial.

«En lo que más ha mejorado Juan durante estos años es en resistencia. Aguanta mejor los partidos. Antes se cansaba pronto y tenía altibajos a lo largo de la temporada. Podía estar muy bien para el Parejas y el Manomanista, pero luego no rendía en el Cuatro y Medio. Ahora es un pelotari más regular», revela.

Comenzaron la planificación del Manomanista nada más concluir el Parejas. «No hemos tenido demasiado tiempo para hacer una preparación específica porque todo ha venido seguido. Como acabó bien el Parejas, nos hemos limitado a mantener la forma. Sin forzarle. Prefiero que las palizas se las pegue en los entrenamientos de frontón que haciendo ejercicio físico».

Ayer mismo, Irujo realizó un entrenamiento físico en Pamplona. La sesión duró 45 minutos. El menú constaba de pesas, balón medicinal, resistencia con gomas, multisaltos y diversos ejercicios para ganar movilidad y agilidad en las piernas. «Juan lleva mucha tralla encima desde el Cuatro y Medio. El Parejas ha sido durísimo y en el mano a mano, salvo el partido ante Xala, en los otros dos se ha tenido que emplear a fondo. Estaba un poco saturado. Después de jugar ante Gonzalez, hemos bajado la duración de los entrenamientos. Contra Oinatz le vi mucho más fresco».

Prioridades

Habitualmente, Irujo trabaja el apartado físico dos o tres días a la semana, dependiendo siempre de las programaciones. Pero la prioridad son los entrenamientos en frontón. «Alguna vez me ha pedido fiesta, sobre todo en verano, por la sobrecarga de partidos, pero cuando entra en competición es muy formal. Siempre está dispuesto a entrenar».

Desde que lleva las riendas de la preparación física de Irujo, el objetivo de Altadill no ha sido otro que «ganase en resistencia, pero sin perder la explosividad que le caracteriza. Si al pelotari le cargas con mucho trabajo físico, acaba volviéndose lento».

«A Juan le veo este año un poco más entero en el apartado psicológico. Ha madurado. No sé si es por los consejos de Patxi Eugi o porque ha llegado a una cierta edad, pero está más frío en la cancha -añade-. A estos niveles, los pelotaris son muy parejos, lo que decide es la cabeza y más en una final. Juan se ha dado cuenta de ello. Su juego ya no es tan fogoso».

Irujo llega a la final más rodado. Ha disputado tres partidos. Aimar, sólo uno. Altadill no cree que la inactividad haya podido afectar al de Goizueta. «Después del Parejas creo que sólo ha jugado un partido, pero cada pelotari es distinto. Por ejemplo, Juan llevaría muy mal estar casi un mes sin jugar. Prefiere estar encanchado, vestirse de blanco. Aimar suele parar una semana antes de la final y no le afectará la inactividad».

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