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AINGERU MUNGUÍA
Martes, 11 de agosto 2009, 10:04
DV. Será un punto neurálgico de las comunicaciones ferroviarias de la ciudad y de todo Gipuzkoa. El intercambiador de Riberas de Loiola permitirá que los viajeros de Renfe puedan coger el Topo y viceversa. La noticia es que esta estación se construirá sobre las vías de Euskotren en el paseo Zorroaga y no afectará al Jardín de la Memoria, cuyo diseño estaba en entredicho por el empeño del Gobierno Vasco anterior en emplazar esta infraestructura ferroviaria en mitad del proyectado parque. La decisión fue comunicada por el consejero de Transportes, Iñaki Arriola, a Odón Elorza en la reunión que mantuvieron hace unas semanas para el impulso definitivo del Topo desde San Sebastián hasta Irun y su prolongación y soterramiento bajo la capital guipuzcoana.
La noticia tiene una gran trascendencia para la ciudad, no sólo porque se desbloquea el enésimo conflicto entre Ayuntamiento y Transportes, sino porque el acuerdo permitirá adelantar la construcción del Jardín de la Memoria, que se ubicará justo encima de las vías de Renfe. El Ayuntamiento adjudicó el pilotaje del cajón sobre el que descansará el nuevo parque mientras se construía la penetración de la Autovía del Urumea porque, una vez ejecutada la carretera, sería imposible cimentar la estructura que sustentará el Jardín de la Memoria sin afectar a las vías del tren.
El nuevo obstáculo surgió cuando los anteriores responsables de la Consejería de Transportes se empeñaron en subordinar el diseño y el proceso constructivo del nuevo parque a la ejecución del intercambiador ferroviario, lo que aplazaba sine die la ejecución del Jardín de la Memoria.
La reunión de hace unas semanas sirvió no sólo para proponer el avance del Topo por el subsuelo de la ciudad sino para que Arriola confirmase el giro de 180º que pretendía dar a las relaciones con el Ayuntamiento de San Sebastián, de tal forma que no fuese la tensión gratuita sino el entendimiento el que presidiese en adelante las relaciones.
Ambas instituciones están ahora a la espera de que el proyecto constructivo, que tiene el visto bueno del Ministerio de Fomento (Adif), concrete el diseño del intercambiador ferroviario. La estación abrirá las posibilidades de comunicación de los guipuzcoanas al permitir a los que vengan del Goierri bajarse en el paseo Zorroaga y coger el Topo en el mismo vestíbulo para ir al campus de la UPV, a Zarautz, o al aeropuerto de Hondarribia, que contará con una estación subterránea del nuevo Topo. De igual forma quien venga desde Zumaia con Euskotren podrá bajarse en el intercambiador para sin salir de él subirse a un Cercanías que le lleve a Tolosa.
La virtualidad del intercambiador propuesto comunicará de forma soterrada, mediante escaleras y ascensores, los andenes de Euskotren y de Renfe. La salida de los viajeros se realizará por la estación del Topo en el paseo Zorroaga y, tras recorrer los andenes de Renfe, por la avenida de Barcelona (Riberas de Loiola). Esta última salida dejará a los viajeros a tiro de piedra de la futura sede del Gobierno Vasco y de la calle Gregorio Ordóñez. El intercambiador permitirá, además, conectar con el futuro Metro de Donostialdea a los barrios donostiarras que hoy parecen marginados de ese proyecto pero que, cogiendo los trenes de Renfe en los apeaderos de paseo Zubiaurre (en construcción), Ategorrieta y Gros, podrán bajarse en el intercambiador de Riberas para ir a Lasarte o Errenteria.
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