Rédei supera a López en un momento del encuentro. /F. MORQUECHO
BALONMANO

El Arrate se vio superado por un crecido Cuenca

Encaja su tercera derrota en Ipurua después del Ciudad Real y CAI Aragón

XABIER GALARTZA

Sábado, 24 de octubre 2009, 06:01

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DV. De nuevo la noche del viernes no ha sido propicia para los intereses del Arrate, al saldar su último compromiso liguero con una nueva derrota en Ipurua. Esta vez el verdugo ha sido el recién ascendido Cuenca 2016 y anteriormente fueron el CAI Aragón, que está clasificado para Europa, y el campeón Ciudad Real.

El Arrate se marchó al descanso con una escueta renta de un gol de diferencia, que a la postre tuvo que dar por buena, en función de las evoluciones por las que se caracterizó la primera mitad, a pesar de haber llegado a abrir un hueco de tres goles.

Hubo diversos factores que contribuyeron a dar por buena la situación, teniendo en cuenta que malogró dos penas máximas, que necesitó siete minutos para estrenar su casillero particular, y que hasta el minuto veintidós no se puso por delante por primera vez (8-7). Además, supo sobreponerse a la acumulación de exclusiones, dado que felizmente no fueron correctamente rentabilizadas por el Conquense. La escuadra albiazul se vio sensiblemente perjudicada por la rigurosa interpretación del reglamento que efectuó la pareja de colegiados catalana.

Un alto porcentaje de la pobre fortuna que tuvo de cara a portería sobre todo durante el primer tercio de la contienda fue como consecuencia de la actuación del meta Bozic, que para el descanso acumuló hasta doce paradas, muchas de ellas desde los seis metros.

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En la reanudación el panorama no mejoró, dado que la contienda se caracterizó por la igualdad de fuerzas al producirse repetidos empates, aunque con la particularidad de que fue el conjunto conquense quien llevó en mayor medida la iniciativa en el marcador. Esto hizo que los nervios y la inseguridad afloraran en las filas albiazules a medida que transcurrían los minutos, dado que no encontraba la manera ni el momento de dar el golpe certero para dejar el partido bien encarrilado, sobre todo, después de haber desaprovechado de nuevo la renta de tres goles que llegó a disfrutar en esta segunda mitad (17-14). Otro de los factores que acabó por condicionar el desarrollo de la contienda fue el alto índice de exclusiones. En los últimos minutos el Cuenca 2016 cobró una pequeña renta que a la postre resultó providencial para salir triunfador de su paso por Eibar.

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