Más de 300 personas se reunieron en Dantxarinea para cantar

El restaurante Lugarana, situado en Venta Peio de Dantxarinea, acogió el sábado la VI edición del Kantu Zaharren Eguna, un acto que reunió a más de 300 personas con el único fin de recordar las viejas canciones de siempre.

Fueron concretamente 320 las personas que abarrotaron el restaurante Lugarana.

Como ha quedado demostrado en cada una de las seis ediciones, el evento tiene un alto nivel de convocatoria, sin necesidad de realizar ningún tipo de publicidad. Todos los amantes del canto y de las largas sobremesas que prueban, repiten y el sábado llegaron hasta Dantxarinea cuadrillas de la comarca y de la cercana Iparralde, pero también de San Sebastián, Pamplona y la Ribera navarra.

Sexta edición

El vecino de Eratsun, Ángel Mariezkurrena, un enamorado de la canción popular vasca, organizó ahora hece seis años el primer Kantu Zaharren Eguna en la sociedad Ulibeltzak de Sunbilla. Fue en 2004 y en aquel momento pensó en una pequeña fiesta para amigos, pero la sociedad se quedó pequeña. Viendo el éxito, al año siguiente la cita se trasldadó a la discoteca Lur de Elizondo, y en aquella ocasión el evento consiguió reunir a 800 personas, con toda la infraestructura que tanta gente necesita, teniendo en cuenta que se reúnen a cantar, pero también a comer y a merendar. Por eso se optó por volver a trasladar la cita al Lugarana, de dimensiones algo más reducidas, pero con sitio para más de 300 personas y donde se mantiene desde hace cuatro años.

Todos los años participan en el Kantu Zaharren Eguna algunos invitados especiales, como Pantxoa eta Peio, que en esta ocasión no pudieron asisitir por tener un concierto. Este año la novedad ha estado en 'Mahai inguruko kantuak', un disco que han grabado Mariezkurrena y otros incondicionales de esta jornada. Lo presentaron en Lur y el domingo interpretaron las canciones en la sobremesa.

Escrito en recuerdo

Además, los organizadores rindieron un sentido homenaje a Mikel Laboa con entrega de ramos de flores a sus hermanas Karmele y Begoña, y a su sobrina Karmele. Esta última leyó un escrito en recuerdo del cantante.

Y tras los breves momentos dedicados al recuerdo de Laboa, volvieron a cantar. A lo largo de la tarde se interpretaron más de 50 canciones. Los asistentes se conocen la mayoría de memoria, pero por si acaso, cada año se edita un pequeño libro en el que recogen las letras de las melodías que se van a interpretar. Hasta la fecha se habrán impreso más de 600 letras. En cada edición se mantienen las canciones más clásicas y conocidas, pero se incluyen unas 40 nuevas.

Para esta edición se editaron 2.500 ejemplares. Un año más la respuesta fue buena y todos los asitentes pasaron una agradable jornada. Tras la comida protagonizarno una intensa sobremesa en la que no pararon de cantar.