Manuel Saiz, Ex director deportivo

«El juez me ha dado tres veces la razón, pero hay interés en mantener vivo el caso»

Manuel Saiz cumplirá en mayo cuatro años alejado del ciclismo profesional como consecuencia de la Operación Puerto, un tiempo en el que apenas si ha visto carreras.

BENITO URRABURU

Sábado, 9 de enero 2010, 09:38

Publicidad

Manuel Saiz (50 años, Torrelavega) es en la actualidad socio de un restaurante-cervecería en Torrelavega. No tiene ninguna vinculación con el ciclismo profesional, ni a nivel de equipos ni tampoco con ningún corredor a título individual. Dirigió durante quince años la ONCE y después el Liberty Seguros, dos de los mejores equipos del mundo en su momento.

- Durante cerca de cuatro años no ha querido realizar ningún tipo de declaración pública. ¿Qué razones le llevaron a permanecer callado durante tanto tiempo y cuáles le llevan a hablar ahora?

- Acertada o equivocadamente seguí los consejos que me dieron los abogados, que me recomendaron apartarme de la vida pública, del ciclismo. Seguí sus consejos al pie de la letra. Ahora, con una visión histórica del tiempo que ha pasado y de muchas cosas, pienso que me he equivocado porque he desaparecido de este mundo. También es cierto que a nivel jurídico he acertado porque las cosas siguen el camino correcto.

- En 2010 se van a cumplir cuatro años de la Operación Puerto. ¿Cuál es la situación legal en la que se encuentra usted en estos momentos?

- La situación es de tranquilidad, pero también difícil para mí porque estoy fuera de un mundo al que le he dado mucho y que me ha dado mucho. En ese apartado, el ciclismo y yo estamos en una buena armonía. El juez me ha dado tres veces la razón y son otros quienes intentan mantener vivo el caso.

Publicidad

- ¿Por qué?

- Porque con el dinero público se pueden hacer muchas cosas. Ni la AMA, ni la UCI, ni los fiscales manejan su dinero. Manejan el dinero de todos.

- ¿Le han hecho daño?

- Los que quisieron hacerme daño, me lo han hecho. Voy a darles la satisfacción de reconocerlo. Pese al daño que me han hecho, continúan siendo mediocres.

- ¿Hubo algún componente político en todo lo que le pasó?

Publicidad

- Sí. Hubo gente que sacó partido de lo que me pasó.

- ¿Quiénes?

- Quizá en su momento lo diga.

- ¿Tienen nombres y apellidos?

- Sí, tienen nombres y apellidos, pero no los voy a decir.

- ¿Son muchos?

- Sé los que han tenido mala baba.

- ¿Tiene la impresión de que le han pasado una factura muy dura?

Publicidad

- Alguno de ellos no tenía ninguna factura que pasarme y algún otro tenía mucho que agradecerme, lo que demuestra la clase personas que son.

- Corrió el rumor que estaba preparando un libro sobre todo lo que le sucedió, ¿es cierto?

- El ciclismo me ha dado tanto que jamás podría escribir algo para hacerle daño. Las vivencias que me ha dado el ciclismo son para mí, no para contarlas.

- Hay una cuestión que mucha gente se ha preguntado y que nunca ha quedado suficientemente clara. Cuando usted se reunió con Eufemiano Fuentes en una cafetería de Madrid entró con una determinada cantidad de dinero en el bolsillo. ¿Salió con el mismo dinero, llevaba alguna cosa más o salió sin dinero?

Publicidad

- Yo salí con lo que entré, con el dinero que llevaba, con nada más. Lo dije entonces y así se recogió. Me iba de mi casa para tres meses prácticamente a Francia y Suiza. Llevaba euros y francos suizos.

- ¿Pero llevaba mucho dinero encima?

- Lo normal que yo llevaba siempre cuando iba de viaje, porque no iba yo solo. Estamos hablando de quince personas en una concentración. Al Tour llevábamos siete masajistas, tres mecánicos, un medico. Antes de empezar les daba dos mil euros a casi todos ellos para los gastos del equipo (gasolina, avituallamientos, etcétera). Hablamos de once personas. Yo no salía de aquella cafetería con nada raro. Los atestados que hizo entonces la Guardia Civil lo dejan muy claro.

Noticia Patrocinada

- A nivel personal, ¿cuál es la situación de Manuel Saiz?

- Hasta 2009 he sido incapaz de ver una carrera ciclista. No podía. Ha habido dos razones. La primera es que me hacía mucho daño la mentira que vive este deporte. La segunda es que los corredores que están triunfando eran los que yo tenía en mi equipo y eso es muy, muy difícil de digerir.

- ¿Es exagerado afirmar que le dejaron sin el mejor equipo del mundo?

- No, no es exagerado afirmarlo. Nos dejaron sin el mejor equipo del mundo, pero no sólo a mí. También a mis mecánicos, a mis masajistas, a todos los que formaban aquel equipo y al ciclismo español, que sobrevive desde entonces con un equipo del máximo nivel, Euskaltel, puesto que el Caisse d'Epargne es una empresa extranjera aunque la estructura sea española.

Publicidad

- Liberty, la última firma que patrocinó su equipo, también era una empresa extranjera, americana si no recuerdo mal.

- Del cien por cien que teníamos de ingresos en el equipo, el 95% era dinero que procedía del extranjero. En realidad era un patrocinio extranjero, aunque los impuestos del equipo se pagaban en España. Era una multinacional. Ahora que se habla de empresas americanas que llegan al ciclismo, nosotros la tuvimos hace cinco años.

- ¿Cómo analiza, cómo explica el vértigo en el que se convirtió su vida de repente?

- Lo analizo con la prudencia de que no puedo decir todo lo que debería decir, o al menos todo lo que yo creo que debo decir, puesto que todavía el proceso sigue abierto.

Publicidad

- ¿Quién es Manuel Saiz a nivel personal cuatro años después de la Operación Puerto?

- No he vuelto a ser el mismo. También es cierto que no me ha dado por nada extraño ni raro para evadirme, que no he sido ni soy una persona problemática en ese sentido. Noto que no tengo la misma ilusión, alegría y motivación que tenía. Hace cinco años me levantaba siempre por la mañana con la idea de hacer una cosa nueva. Ahora me levanto muchos días porque me tengo que levantar.

- Los corredores a los que dirigió, los aficionados, la gente con la que trabajó, ¿se han olvidado de Manuel Saiz? ¿Le ha llamado alguien para interesarse por usted?

Publicidad

- Dígamos que he recibido llamadas de gente importante y también de gente menos importante. A otras personas supongo que les hubiera gustado llamarme y por alguna razón no me han llamado. En este deporte del ciclismo somos cobardes por naturaleza.

- ¿Se ha sentido abandonado en determinados momentos por mucha gente?

- Me he sentido solo. Puedo decir que ayudé a mucha gente. Si lo que me paso a mí le hubiera pasado a otro yo hubiese mordido por defenderle. Todo el mundo sabía cómo era mi equipo. Buena prueba de ello es que muchos de los corredores que yo tenía ficharon por otros grupos y algunos de mis ex corredores dirigen equipos.

- ¿Por qué hubo tanta inquina contra usted en su momento?

- Porque yo hacía mucho daño con mi trabajo, con mis actuaciones ante el monopolio que se quería montar y que ya se veía venir. Intenté luchar por el mundo del ciclismo. Resultaba muy molesto. Cuando me tocó dirigir la asociación de equipos fuí el que me enfrenté al Tour para conseguir que pudiésemos llevar nuestros coches, los que teníamos durante toda la temporada. También luché, apoyado por los equipos, para lograr más dietas, para que pudiésemos llevar nuestros bidones con nuestra publicidad. Conseguimos un sueldo mínimo para los ciclistas. Se firmó el primer convenio entre corredores y equipos. Si te enfrentas al poder, te pasa factura.

- ¿Tiene la impresión de que ha hecho millonarias a muchas personas con el ProTour?

- No me he preocupado mucho del dinero. Si no, ahora tendría más. En 2000, si se comparaba mi sueldo con el del resto de directores españoles, era de los menos pagados. Lo que sí se hizo es ayudar a mucha gente.

Publicidad

- ¿A qué gente?

- A algún equipo que tuvo serios problemas de dopaje y les ayudamos, junto a Pablo Antón, a redactar las cartas para tener base jurídica ante la UCI. ¿A quién o quiénes? No voy a decir ningún nombre?

- Lo que sí es cierto es que los equipos que se encuadraron en el ProTour tuvieron una seguridad de patrocinio durante varios años.

- Es una realidad que los equipos nunca han tenido contratos tan largos como los que se consiguieron con el nacimiento del UCI ProTour. Por cierto, el actual modelo no tiene nada que ver con lo que se diseño. Se creó para que fuese europeo y las pruebas que se celebrasen fuera del circuito europeo se quedó que fuesen de exhibición. Cuando se llevó la Copa del Mundo a Canadá se acabó fracasando. En 2010 se romperá el ProTour. Lo que nadie se ha preguntado es qué empresa está detrás para que se rompa.

- ¿Qué empresa está detrás?

- Investígalo.

¿Qué piensa del dopaje, de la situación que se ha vivido en en los últimos años?

- Del dopaje, de lo que yo pienso hablaré en el momento que deba hacerlo. Ahora no es el momento. Yo creo que el problema del ciclismo no es el dopaje, sino la falta de calidad, de nivel de muchos de sus dirigentes. Ni los corredores, ni los equipos, ni la UCI actual tienen nada que ver con lo que había hace ocho años.

- ¿Qué quiere decir?

- Que hay federaciones que cuando acaban su mayor evento del año sacan un comunicado diciendo los problemas que han tenido de dopaje o de lo que sea y con ello cierran todo, como el atletismo, por ejemplo. El Tour se puede equiparar al Mundial de atletismo. En el Tour, meses después de que haya terminado, cuatro o cinco, continúan saliendo historias, por no decir que pueden salir años después. Eso no puede ser. Hay otros deportes que cierran sus problemas, si los tienen, mucho antes.

Publicidad

- ¿Está pensando en volver al mundo del ciclismo activo?

- Es mi mundo y por ley natural debo volver.

- ¿Es consciente de que hay mucha gente a la que no sólo no le gustaría que volviese sino que intentará que no vuelva?

- Sé que hay mucha gente que está deseando que no vuelva. Son los mediocres que cuando yo estaba en ese mundo no fueron capaces de brillar. Había gente con mucho nivel como Jean Marie Leblanc (Tour) o Carmine Castellano (Giro) que amaban este deporte, que procedían del ciclismo. No digo que los de ahora sean peores dirigentes. Con Leblanc tuve broncas muy gordas.

- ¿Cómo cuáles?

- En Verona, en 2004, con muchos testigos, le dije que ninguna de las tres grandes (Tour, Vuelta y Giro) debería de controlar otra grande. Leblanc me dijo que ¡cómo podía tener una mente tan enfermiza! Dos años después aquello que yo dije se cumplió. Igual tenía una mente enfermiza para el análisis.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad