JAVIER PEÑALBA
Domingo, 3 de julio 2011, 22:13
El presunto autor del asesinato de Rosario Román de la Fuente y de las heridas causadas a la hija de ésta en Hernani ha sido detenido hoy poco después de las dos de la tarde. El arrestado, Fredy Apolo, es de nacionalidad ecuatoriana y ya tenía abierto un expediente por violencia. El presunto homicida fue arrestado por la Policía Local de Hernani en el barrio de Portu y ha sido puesto a disposición de la Ertzaintza.
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Txaro Román de la Fuente, de 55 años, víctima del asesinato cometido esta mañana en Hernani a manos de su ex novio, recibió varias cuchilladas que acabaron con su vida. Su hija, Yolanda Sánchez Román, de 30 años, que en el momento de los hechos le acompañaba, ha resultado herida de carácter grave por arma blanca.
Los hechos tuvieron lugar sobre las cinco y media de la mañana, en pleno centro de Hernani, cuando madre e hija se disponían a regresar a su domicilio. Ambas habían permanecido hasta poco antes en el bar Txema, un establecimiento donde se reúnen personas de comunidades inmigrantes con la finalidad de tomar una copa, bailar y pasar un rato agradable. El acusado abordó a la madre en la calle Urbieta, a escasos treinta metros de la plaza, a quien asestaba varias cuchilladas, al parecer alguna de ellas en el cuello.
Los gritos de la hija alertaron a algunos vecinos así como a varias personas que en aquel instante se encontraban sentadas en unos bancos situados frente a la parada de taxis. Fue precisamente uno de estos testigos quien acudió en auxilio de las dos mujeres. «Cuando he llegado, le estaba agrediendo. Le he cogido de la mano para que no siguiera clavándole la navaja», señaló.
El agresor huyóEl agresor al percibir la presencia de otras personas, huyó del lugar. Aunque en un primer momento fue perseguido por un agente de la Guardia Municipal y otra persona, logró darse a la fuga. El personal sanitario desplazado al lugar no pudo reanimar a la madre, que fallecía en el interior de la ambulancia. La hija, sin embargo, era trasladada al Hospital Donostia en estado grave.
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Fuentes consultadas han indicado que el agresor y víctima habían mantenido una relación afectiva durante cerca de siete años, si bien ya habían roto. La fallecida tenía tres hijos de una relación anterior: el mayor de ellos de unos 35 años y más joven de unos 27.
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