PPLL
Lunes, 7 de mayo 2012, 13:25
Tres años después de su firma, y cuando los socios del Gobierno del cambio escenifican cada día más lo que les separa que lo que les une o les unía, resulta ilustrativo releer el acuerdo de bases que permitió la alternancia al nacionalismo en Ajuria Enea. Es verdad que los cimientos sobre los que se sostenía la alianza de los perseguidos, de quienes habían padecido más directamente el insufrible hostigamiento de ETA y su entorno, se apoyaban fundamentalmente en el final del terrorismo, el afianzamiento de la convivencia libre en Euskadi y la demostración de que el poder del PNVno tenía por qué ser vitalicio. Pero la letra pequeña del pacto, la menos visible y recordada, también fijaba el compromiso compartido del PSE y el PP con el desarrollo del autogobierno y en materias nucleares como la Sanidad y la Educación...
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