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Con buena letra
SOCIEDAD

Con buena letra

Anna, una joven catalana con síndrome de Down, crea una tipografía informática que ha calado por su trasfondo social

ARANTXA ALDAZ

Domingo, 8 de septiembre 2013, 12:43

Detrás de una tipografía suele esconderse una historia particular. Las letras imprimidas en la camiseta que ha lucido el F.C. Barcelona en sus últimos partidos llevan un sello muy especial, el de la joven Anna Vives. Esta catalana con síndrome de Down es la autora de la tipografía "Anna", que ha revolucionado internet y traspasado todas las fronteras imaginables en los inicios del proyecto. De cómo ha llegado la letra a la equipación del Barcelona o hasta el casco de Jorge Lorenzo, otro de los rostros conocidos que se han rendido al mensaje solidario que se pretende con la tipografía, tiene mucho que ver el guipuzcoano Julen Iztueta. «Lo de Anna fue una casualidad», cuenta este diseñador gráfico nacido en Anoeta, que recaló en Barcelona con una beca Séneca durante sus estudios de Bellas Artes en la UPV/EHU. Cuando terminó la carrera en Bilbao, volvió a la Ciudad Condal y repitió experiencia laboral en la Fundación Itinerarium, donde había hecho sus pinitos en su año de intercambio universitario. Allí conoció a Anna, hija del presidente de la Fundación Itinerarium, Narcis Vives. Y empezó a gestarse esta historia con trasfondo social.

Tras varias experiencias de empleo «negativas», como suele ocurrirles a muchas personas con discapacidad intelectual, Anna, que ahora tiene 27 años, había perdido la motivación personal. Sin trabajo, se pasaba los días en casa. Hasta que sus padres decidieron llevarle a la oficina. «Querían que hiciera algo, y como me dijeron que le gustaba escribir, empezamos a trabajar con la caligrafía», recuerda el guipuzcoano. La casualidad de la que habla hizo que en ese momento él estuviera inmerso en un máster de Educación y Artes Visuales, así que la llegada de Anna al mundo laboral le vino como anillo al dedo para demostrar «la dimensión social del diseño para contribuir al desarrollo de las personas».

Sumar capacidades

Julen y Anna, cuyas intenciones eran mucho más modestas, nunca imaginaron que su trabajo acabaría dando la vuelta al mundo en forma de letras. «El resultado llegó, pero nunca fue el objetivo», afirma el joven anoetarra de 26 años. Julen, compañero y mano derecha de Anna, ayudaba a la joven con los ejercicios de mecanografía, recortaban diferentes letras de revistas, practicaban la lectura o componían palabras con los recortes, hasta que decidió darle forma al proyecto con una tipografía. La letra de Anna, que mezcla mayúsculas y minúsculas de forma indistinta en una misma palabra, enseguida le llamó la atención.

La habilidad de la joven tampoco pasó desapercibida entre el resto de compañeros de la fundación, en la que también trabajan dos de sus hermanos. El proyecto cogió carrerilla. Marc, hermano de Anna y director del proyecto Sumando Capacidades de la Fundación Itinerarium, pensó en difundir la tipografía para potenciar los valores asociados a la letra expresiva y alegre de Anna: la igualdad social y la importancia del trabajo en equipo, «sumando capacidades», como reza el lema de la tipografía.

Anna empezó a trabajar su letra en septiembre de 2011. Un año más tarde, estaba lista su digitalización alfabética, apta para escribir en cualquier ordenador. El éxito fue tan inmediato como inesperado. En pocas semanas, las descargas a través de la página web (también está disponible como aplicación móvil) se convirtieron en miles por todo el mundo. El valor solidario ha calado entre gente anónima, rostros famosos y empresas que no dudan en utilizar la tipografía para rotular sus mensajes.

La repercusión ha sido tal que también se han hecho papelería, camisetas y hasta fundas de tablets con la grafía. El cien por cien de los recursos económicos que se obtienen de todos los proyectos se destinan a fines sociales, concretamente al BOX21, una iniciativa creada por la fundación para ofrecer soluciones de integración en la vida diaria.

Anna siente predilección por Andrés Iniesta. «Es mi preferido porque es una buena persona», responde cuando le preguntan las razones. El sueño de conocer a su ídolo culé se hizo realidad este año. El jugador manchego, pródigo en acciones solidarias, no dudó en aceptar la invitación.

Una camiseta para Iniesta

Ella le regaló una camiseta con el nombre del futbolista escrito con su famosa tipografía y un cuadro con todo el abecedario. Él le firmó unas botas de fútbol, le estampó un par de besos y dieron unos pases de balón. «Gracias», dijo ella con una sonrisa imborrable en la boca.

Tras este primer contacto, Marc, el hermano de Anna y director del proyecto Sumando Capacidades, decidió llamar al club para intentar una colaboración más duradera en el tiempo. Y los dirigentes tampoco lo dudaron. El Barça oficializó el acuerdo con la Fundación Itinerarium y sus jugadores lucieron la tipografía en el pasado trofeo Joan Gamper, el partido que sirve de presentación del equipo a la afición. Anna está «feliz».

El piloto de moto GP Jorge Lorenzo también se ha apuntado a «sumar capacidades». En enero vio en una revista el proyecto de Anna y le dijo a su jefe de comunicación que quería un casco con sus letras para el GP de Cataluña. Dicho y hecho. «En un momento de la carrera pensé en ti y me diste fuerzas. Dije: hoy tengo que ganar por Anita». Y ganó. No dudó en saltarse el protocolo y hacer subir a Anna en lo más alto. Su foto juntos dio la vuelta al mundo.

Más allá de las sorpresas agradables que les siguen llegando a diario, Julen se queda con el ejemplo que representa esta historia: «Ella ha demostrado que lo importante es trabajar en equipo. Nosotros no somos nada sin ella y ella sin nosotros. Dejémosle de llamarlo discapacidad. Todos tenemos capacidades, solo hay que apoyarlas». Para él también ha sido un aprendizaje positivo. «Anna, por ejemplo, me ha enseñado a hablar en catalán». Ella, además, les ayuda a mantener los pies en la tierra. Desde que su increíble historia llegó a los medios de comunicación, en la oficina han recopilado todos los recortes de periódico en que le mencionan. A Anna le suele gustar repasar ese tablón, pararse en las historias que protagoniza. «Su cara de ilusión lo dice todo -describe Julen- Pero ella enseguida cambia a otra cosa, es más de lo cotidiano. Nos ayuda a darle normalidad al asunto».

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