Bergara

Elizamendi acoge este mediodía en Angiozar Andra Mariaren Jaia

Con unos días de adelanto sobre el 25 de marzo, la ermita de Elizamendi en Angiozar es hoy al mediodía punto de reunión de vecinos del valle para cumplir con la costumbre de bendecir a los recién nacidos y a las embarazadas en el templo, que custodia una curiosa talla de la Virgen dando pecho.

Esta tradición ha reunido históricamente, el 25 de marzo, a vecinos de Angiozar, Bergara y Elgeta, pero la adaptación al calendario laboral llevó el encuentro a los domingos. Pero desde este año en todos los barrios de Angiozar se han visto forzados a cambiar por la celebración los sábados por la falta de curas para los oficios religiosos.

A las 12.00 horas darán la misa y seguidamente se procederá a la bendición de los bebés y las embarazadas. Los que se acerquen hasta el barrio de Mainddao podrán disfrutar después de un caldo y chorizo, y de la romería.

Elizamendi, a tenor de la investigación del bergarés José Luis Aperribai, 'Breve historia de la Antigua Elgeta', localidad a la que perteneció la pedanía hasta principios del siglo XX, «fue probablemente uno de los primeros núcleos religiosos del lugar y por tanto de los más importantes», de lo que deducen que fue la primera parroquia de Angiozar y una de la primeras de Euskal Herria. El templo se encuentra saliendo desde el casco urbano de Angiozar hacia Elgeta, en la misma carretera.

Como recoge Aperribai «en ella se venera a la Virgen lactante, que atraía a las mujeres preocupadas por el embarazo, y a las madres que tenían hijos a quienes les costaba arrancarse a hablar. Hubo mesoneros que daban gratuitamente alimentos y refrigerios a los peregrinos», y más adelante refleja la evolución de la tradición que perdura. «Aún hoy se celebra todos los años una misa a la que vienen familias con sus hijos, y futuras madres para pedir unos partos felices; ahora se bendice a los chavales una vez al año y se ponen velas».