Bergara

Erramu Zapatu, una feria que no pasa de moda

Con las primeras horas de la tarde, el temor a la lluvia se fue disipando en una feria del Sábado de Ramos que recibió, en una jornada inestable pero seca durante el mercado, a miles de visitantes.

La renovada configuración del ferial con los artesanos situados en el acceso a la ikastola como nexo de unión entre la Plaza, que también les acogía junto a varios colectivos sociales con los puestos de Donantes, Banco de Alimentos o movimiento de pensionistas, funcionó a la perfección. Dirigía sin pérdida el flujo de público desde la Plaza hasta el patio del Seminario. Un recinto repleto de animales, maquinaría agrícola y con los paseos a caballo o en calesa como otras posibilidad.

La alimentación y producto gastronómico ocuparon Fraiskozuri y Simón Arrieta, mientras a unos metros el Municipal preparaban las mesas para acoger la comida popular que superó el medio millar de comensales.

El ganado vacuno, algunos ejemplares por encima de la tonelada, fue visita obligada del público familiar, que acto seguido cubrían el recorrido por el patio donde cabras, burros, cerdos y ovejas despertaban la curiosidad. La exhibición de dantzaris y las kalejiras de los trikitilaris de Musika Eskola y los 'joladunak' aportaron el colorido musical.