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'¿Quién nos disparó?', la fábula teatral sobre la historia de Rumania que llega a Vitoria

En Rumanía, mucha gente sale de casa siempre con una bolsa. A día de hoy, esa escena sigue siendo habitual. Un gesto que podría parecer anecdótico, pero que se quedó grabado en el reparto de la obra '¿Quién nos disparó?', una autoficción que recorre la historia del país desde 1989, año del fin del régimen de Ceaușescu, hasta la actualidad. Su autor, Alexandru Stanciu (Bucarest, 1990), llegó a Sabadell con 12 años, acompañado de sus padres. El reparto, integrado por Itziar Lazkano, Olatz Ganboa, Nagore Navarro, Juana Lor, Leyre Berrocal y Gaizka Chamizo, se ha impregnado de vivencias personales y del contexto político para levantar una «fábula sobre el desarraigo», coproducida por los tres grandes teatros vascos: el Teatro Principal de Vitoria, el Arriaga de Bilbao y el Victoria Eugenia de San Sebastián.

«Alexandru nos contó que, desde tiempos del comunismo y hasta hoy, nadie sale de casa sin una bolsa. Eso tiene su origen en cuando no había nada y no sabías lo que te podías encontrar. Una barra de pan, algo de ropa, lo que sea», cuenta Ganboa sobre ese simbolismo, antes de la representación que tendrá lugar en el Teatro Félix Petite de Vitoria el sábado 22 de marzo (19.30 horas, 15 euros), para la que apenas quedan entradas.

Rumanía es el segundo país más pobre de la Unión Europea y su tasa de emigración alcanza el 20%. Dos de cada diez ciudadanos se ven empujados a abandonar el país en busca de una mejora económica. Una realidad que ha alimentado la sensación de que la promesa de prosperidad europea no ha traído consigo un bienestar inmediato.

A lo largo del recorrido vital de distintos personajes, la obra aborda temas como la pobreza, el arraigo y la migración. «Cada personaje emigra a un lugar diferente y lo hace de forma distinta», explica Ganboa sobre una pieza cuyo hilo conductor son los encuentros entre la abuela de Stanciu y un personaje que representa al propio autor, interpretado por Gaizka Chamizo. «Ella se queda y los echa de menos», apunta Navarro.

La estética del montaje –con producción ejecutiva de Pabellón 6– contrasta por su «mezcla de estampados, colorista y vitalista». Además, el humor atraviesa la pieza. «Salvando las distancias, todos vivimos nuestras propias tragedias, y el humor es un salvavidas», comenta Lor sobre los códigos que maneja la obra. Pese al trasfondo dramático, las carcajadas resuenan en el patio de butacas en distintos momentos.

Sonia Díaz de Corcuera, concejala de Cultura y Educación, y Marta Monfort, responsable de la red municipal de teatros, han subrayado el calado de esta pieza escénica surgida del programa 'Nuevas dramaturgias', que se adivina también como un homenaje a la abuela del autor. «Ella falleció durante el proceso creativo», comenta Monfort.