Usako, la joya desconocida del Alto Deba

Junto a una pequeña cascasa y el mismo paso del río, esta poza natural, que tiene casi cuatro metros de profundidad, ofrece una maravillosa zona de baño. Eso sí, para los que no tienen reparos en sumergirse en aguas más bien fresquitas. La temperatura habitual del agua suele rondar los 14 grados, aunque este año, y debido a la agradable primavera de la que hemos gozado, ha alcanzado ya los 16. Y eso es mucho teniendo en cuenta que ha habido años en los que el termómetro se ha quedado en solo once grados.

Este año la temporada de baño vigilado arrancará el 10 de junio, y para ello ya se están llevando a cabo los pertinentes trabajos de preparación. Como cada año, y para garantizar la seguridad y salubridad del baño, dos submarinistas profesionales se han encargado de limpiar la laguna de ramas, piedras y otros objetios arrastrados por la corriente durante el invierno y la primavera. En estos días también se cortará la hierba de la zona de solarium, se adecentará la caseta de baños y se renovarán las señales. Hasta el 19 de septiembre, fecha en la que se dará por concluida la temporada, la empresa Egoitek prestará el servicio de socorrismo por las tardes, de 15.00 a 20.00 horas.

Desde el pasado año, Usako goza también de un estacionamiento acondicionado. Y, según ha anunciado el gobierno municipal de Oñati, este año por primera vez el autobús urbano ampliará su recorrido para llevar a los usuarios hasta la popular poza.

Fue en 2008 cuando el Ayuntamiento oñatiarra decidió implantar en la zona un servicio de socorrista, dado su creciente éxito y con el fin de garantizar la seguridad de los numerosos bañistas de Oñati y del resto del Alto Deba que cada año se acercaban hasta sus aguas. Los arreglos realizados a principios de los 90 en el entorno natural que rodea la presa popularizaron el embalse, que pasó de ser un lugar más salvaje, utilizado por muchos para practicar el nudismo, a convertirse en una espacio mucho más familiar. Hace 9 años, además, se acondicionó el entorno, instalando más papeleras, duchas, una fuente e incluso una caseta con servicios y vestuario para el socorrista. Asimismo, se señalaron las áreas peligrosas y las zonas de salto; y se marcaron unas normas a seguir como la prohibición del baño de animales, saltar con objetos y respetar la flora y la fauna del entorno.

No faltaron entonces algunas críticas de los más nostálgicos que añoraban aquel Usako de índole más salvaje que habían disfrutado durante décadas generaciones de oñatiarras. Otros muchos, sin embargo, aplaudieron esas decisiones que hicieron que la presa más famosa de la zona ganara en comodidad y seguridad. Cada año, los numerosos bañistas que se acercan hasta allí son una buena prueba de ello. Este verano, seguro, Usako volverá a ser un punto de encuentro ineludible en el verano del Alto Deba.