El cementerio estrenará columbarios

Los enterramientos en el camposanto dispondrán pronto de una nueva alternativa con la construcción de un columbario con pequeños nichos para depositar las urnas con cenizas de los fallecidos incinerados. En la denominada 'zona nueva' del cementerio, concretamente en el fondo lateral del espacio superior, se va a habilitar este verano una estructura con 64 habitáculos para recibir las urnas, huecos que después se suelen cerrar con una pequeña placa con los datos del finado, y en los que pueden depositarse también flores como en los nichos y panteones.

El Ayuntamiento ha considerado oportuno adecuar este nuevo servicio porque permitirá ampliar la capacidad del cementerio y ofrecer una alternativa a quienes recurren a la incineración y demandan este tipo de instalaciones para honrar la memoria de sus seres queridos.

No hay que olvidar que en estos momentos está parada la concesión permanente de panteones tradicionales y nichos, ante la importante reducción de tumbas libres que a «medio plazo» puede afectar al servicio de enterramientos en tierra que debe ofrecer el Consistorio.

El acondicionamiento de los columbarios, que tendrán una anchura de cuatro metros y una altura de 1,5 metros, ha sido adjudicado a la empresa Dixinox por un importe de 17.000 euros. El revestimiento exterior de la estructura será de acero y albergará 64 cubículos de acero inoxidable con la parte superior de granito. En cada una de estas unidades de enterramiento tendrán cabida «entre cuatro y ocho» urnas de diferentes personas fallecidas.

En la actualidad el gobierno municipal está trabajando en una ordenanza para su uso y/o concesión, que se baraja sea a 10 años. La idea es ver cómo funciona este nuevo servicio, si es requerido por la ciudadanía o no, y si fuera necesario ampliarlo, para ello tienen contemplado otro espacio para 80 columbarios más.

El actual camposanto fue construido en 1875 siguiendo la tradición neoclásica predominante en aquella época, en sustitución del que existía junto a la ermita de Santa Catalina o San Isidro que resultaba insuficiente.

Desde entonces, ha sufrido diversas ampliaciones para dar respuesta a la demanda de nichos. En los años sesenta se realizó una pequeña ampliación con el derribo de la zona de servicios, y la construcción de una nueva zona de panteones en la parte noroeste. En los años 70-80 las obras se extendieron a la zona sureste y el sistema utilizado fue el de nichos subterráneos accesibles para el enterramiento y con una estela funeraria en la superficie. La ampliación se ejecutó en dos fases, y dio lugar a un total de 447 grupos de cinco nichos en altura, que a principios de los 90 ya estaban adjudicados en su totalidad.

Así las cosas el Consistorio puso en marcha en 1992 un último proyecto de rehabilitación y ampliación. Por un lado, se restauró la zona de enterramientos de tierra del cementerio neoclásico, reordenando los espacios y dotándolos de accesos. Y por otro, se ejecutó una ampliación prolongando el sistema de construcción subterránea de panteones que dio lugar a un total de 276 nuevos grupos de cinco nichos.

Treinta años después, vuelven a estar adjudicados la mayoría de los enterramientos, así que en marzo el pleno de la corporación decidió paralizar la concesión permanente de panteones tradicionales y nichos, y mientras estudia cómo gestionar el vencimiento de concesiones, habilita un nuevo espacio para 64 columbarios, y si fuera necesario podría acondicionar en una segunda fase 80 más. En el siglo XXI, la ampliación del cementerio se enfoca atendiendo al crecimiento en la sociedad de las cremaciones o incineraciones.