«Con el montaje y creación de la fuente estuvimos un día entero, de las palomas mejor no hablamos»

–En las quince ediciones del Concurso de escaparates de Navidad, solo se han quedado un año sin premio, en 2010, acumulando un total de 23 galardones. ¡Vaya currículum! ¿Es difícil superarse cada año?

–La verdad es que las ideas se van agotando, pero bueno, con esfuerzo siempre hay algo que se nos ocurre. La presión está ahí, pero también es un estímulo.

–Este año han hecho triplete y atesoran siete dobletes. ¿Cuál creen que es la clave de su éxito?

– Nuestro esfuerzo, el trabajo y el cariño que ponemos en todo lo que hacemos.

–¿Cuándo empiezan a desarrollar la idea, y cómo afrontan el proceso de creación y montaje?

–La idea la trabajamos a lo largo de todo el año, según van surgiendo, las vamos apuntando en un cuaderno. Una vez pasada la fecha de Todos los Santos, concretamos y empezamos a materializarla. Y a medida que vamos haciendo los diferentes elementos que van a componer el escaparate nos surgen un montón de cambios que vamos sorteando sobre la marcha. Para el montaje solemos aprovechar el puente de la Inmaculada ya que requiere mucho trabajo, tiempo y dedicación.

–Todos los escaparates son de creación propia. ¿Creen que eso es algo que valora la gente?

–A nosotros nos gusta plasmar nuestras ideas con nuestras propias manos y eso, creemos, que la gente lo valora cada vez más.

–En la composición de este año, la fuente y las palomas están realizadas con esponja floral. ¿Cuántas horas han invertido en el escaparate?

–Ja, ja, ja... !Muchísimas¡ Solo con el montaje y creación de la fuente estuvimos un día entero... !No te decimos nada con las palomas¡ El proceso de cortar la esponja floral, darle forma y pintar lleva muchas horas de trabajo.

–De todos los escaparates navideños premiados desde 2008 hasta 2022, ¿con cuál se quedan? ¿cuál ha sido el que más les ha gustado y cúal al que más horas han dedicado?

–El que más nos ha gustado y con el que más hemos disfrutado fue uno que hicimos en Kimu. Se llamaba 'El pueblo nevado' y tenía una casa gigante con un puente y un riachuelo con cisnes, y al fondo se veía una montaña con un montón de casitas. Le echamos muchas horas, pero lo más bonito fue que el día de Navidad invitamos a niños y niñas a que pasaran dentro a hacerse fotos, ¡Nos reímos un montón! También tenemos muy buen recuerdo del carrusel, que gustó mucho.

–¿Reciben el feed-back de la gente?

–Sí, suele venir mucha gente a la floristería a darnos la enhorabuena. Es una de las cosas bonitas que tiene el concurso, sentir que la gente valora tu trabajo.

–Hasta 2019, tenían dos establecimientos Kimu y Urtxin, que ahora han agrupado en un único negocio, Kimu tenía un escaparate enorme, mientras que el de Urtxin, el actual, tiene más, pero más pequeños. ¿En cuál resulta más fácil trabajar?

–Para nosotros, los escaparates pequeños son más fáciles de montar, pero a la vez limitan más a la hora de exponer la idea. Por eso, este año decidimos prolongar la estampa navideña hasta el exterior a través de ramas y palomas que llegan hasta el toldo.

– ¿Ya tienen rondando en sus cabezas alguna idea para el escaparate del proximo año, el de 2023?

– No, todavía es pronto, nuestro cuaderno de ideas de momento está vacío. ¡Ojalá el año que viene volvamos a sorprender a público y jurado!