Los Parques Naturales de Álava recuperan las rutas guiadas

Encabezando un grupo de siete personas, la misión de Llosa no es otra que enseñar a los curiosos a «reconocer los cantos de las aves e identificar las huellas de mamíferos como los corzos y los zorros», cuenta. El recorrido se prolongó durante tres horas –desde las diez de la mañana hasta la una– a lo largo de siete kilómetros.

Esta oferta de visitas gratuitas temáticas se extenderá durante junio con un total de 35 itinerarios en el calendario, de martes a domingo, por los parques de Gorbeia (gorbeiaparkea.eus), Valderejo (valderejoparkea.eus), Izki (izkiparkea.eus) y Aizkorri-Aratz (aizkorriaratzparkea.eu). Para apuntarse a las actividades los interesados tienen que rellenar un formulario habilitado en la página web de cada uno de los parajes naturales. Limitadas a grupos de diez personas, la buena acogida en esta primera semana ha hecho que en algunos casos empiece a haber listas de espera.

Además de propuestas de salidas como el Paseo al roble singular; por el Nacedero y castillo de Marutegi (Aizkorri-Aratz) o las leyendas de quejigos centenarios de Bujanda (Izki), la novedad en esta agenda es que cada viernes del mes, a las 21.30 horas, se ha ideado un recorrido para avistar las rapaces nocturnas.

El punto de encuentro de esta forma de acercarse y aprender más acerca del entorno son los parketxes, esos centros de interpretación que también han recuperado actividades de educación ambiental y suele ser la primera parada para las familias antes de elegir qué camino tomar. Allí, las pequeñas Claudia y Elsa se presentaron junto a sus padres pasadas las once de la mañana. «Les gusta la naturaleza. Estamos acostumbrados a ir a Salburua que es un lujo y está al lado de casa. Además cada vez que salimos aprenden sobre aves y pájaros porque son muy curiosas», comentan. El recorrido que habitualmente propone en Gorbeia el guardia forestal es el circular, conocido como Las Burbonas, con una duración estimada de tres horas. Las recomendaciones:calzado cómodo, agua, una gorra y crema solar.

Los recorridos que exigen menor esfuerzo están pensado para para mayores de 6 años y otros de una dificultad algo mayor para mayores de 10 años. «Se sigue la dinámica de todos los años con estas visitas», señala la responsable de Medio Ambiente, Nati López de Munain, quien subraya que el año pasado fue excepcional en todos los sentidos.

Al mismo tiempo que disminuyó el número de visitantes hubo momentos en los que se produjeron «grandes concentraciones» en momentos puntuales, como en Semana Santa, que provocaron algunas quejas entre los vecinos de los pueblos cercanos a los parques naturales al haber caminos y accesos taponados por vehículos. «Hay que recordar que parte de la población trabaja en el sector primario y buscar un equilibrio para que no haya problemas», señala. Al mismo tiempo confía en que el adiós a las limitaciones y la «diversificación» de la oferta de ocio y turística evite que se repitan ese tipo de escenas. La apuesta por este programa de actividad incide en el «ocio seguro», además de familiarizarse con la naturaleza a través de los cantos de aves, las diferentes formas de la flora o el rastro que dejan los animales.