Más que por todos esos leds, todos esos kilovatios (verás tú que factura), todos esos colores, todos esos 'ohhhhhs' y todas esas caras de asombro que ha provocado, el Umbra Light Festival de este año será recordado por volver a conectar a Vitoria a la vida tal cual era, por lograr encender la ilusión a la ciudad y engancharla de nuevo a los grandes eventos. Los vitorianos y los visitantes que han recalado este fin de semana en la capital alavesa han respondido. Desde el Ayuntamiento no dudan en calificar de «éxito» la cita con más brillo del calendario. A falta de datos oficiales y de un balance definitivo tanto de turistas como de vecinos que se han dejado caer por los 18 puntos de la capital alavesa que se han iluminado durante estos tres días, bastaba con recorrer la ciudad para reparar en el tirón que la luminosa cita tiene en Vitoria.
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