Las diez noticias clave de la jornada
Goizalde abesbatza. El coro posa junto a su nuevo director (última fila, derecha) en el ensayo de esta semana.

«Es un grupo con mucha ilusión, ganas de hacer cosas y gran predisposición»

Gorka Azkarate es el nuevo director del coro Goizalde integrado por jubilados. «Nunca antes había dirigido un coro, y para mí está siendo una experiencia muy enriquecedora»

PPLL

Sábado, 24 de enero 2015, 00:09

Txistulari, dantzari, bertsolari, presentador, organizador de carreras de montaña... y ahora también director de coro. Gorka Azkarate ha tomado las riendas de Goizalde abesbatza, la coral integrada por personas jubiladas de Zumarraga y Urretxu. «Es un grupo con muchísima ilusión, ganas de hacer cosas y una gran predisposición», asegura.

Publicidad

El coro Goizalde se creó «hace casi veinte años con Alejandro Domínguez, él fue quien lo arrancó», explican Miguel Ángel Cenera, presidente del hogar Gure Txoko, y Pablo Santillán, miembro del coro. Posteriormente, los últimos nueve años, el director ha sido el pasionista Gotzon Muru, hasta el verano pasado, cuando fue destinado a Madrid. Entonces Goizalde abesbatza se quedó sin director y lo cierto es que encontrar otro no ha sido tarea fácil.

«Se contactó con muchas personas y muy capacitadas para hacerse cargo del coro», explican. Finalmente, a través de Luis Orduña, director de Zumarragako Musika Banda, dieron con Gorka Azkarate. «El coro contactó con gente, entre otros con Luis Orduña, para proponer a alguien de la banda que pudiera estar interesado en cubrir la vacante. Y así llegó a mí la propuesta», corrobora Azkarate.

El nuevo director del coro conocía a la agrupación como espectador. «La labor que ha hecho Goizalde durante estos años es conocida por todos. Lógicamente, conocía esa labor de puertas hacia fuera. Ahora me está tocando conocer el coro por dentro», sostiene.

Azkarate lleva dos semanas al frente de Goizalde. «Creo que el anterior director, Gotzon Muru, hizo una gran labor y consiguió elevar mucho el nivel del coro, siempre sin perder la perspectiva de la capacidad global del grupo. Es un grupo de personas con muchísima ilusión, ganas de hacer cosas y una gran predisposición», asegura.

Publicidad

De momento, su idea pasa por «ir conociéndonos mútuamente y acelerar el proceso de adaptación que todo cambio de este tipo requiere. A medio plazo, la intención es ir corrigiendo los desequilibrios que hay entre las diferentes cuerdas vocales y conseguir atraer más voces masculinas». En cuanto al repertorio, «la idea es probar estilos nuevos en la medida de lo posible pero sin dejar de lado el repertorio clásico que este coro ha manejado durante años. El objetivo inicial es probar piezas que permitan mostrar el verdadero potencial del coro. Más adelante nos adentraremos en otros estilos musicales».

Debut en la Semana cultural

Azkarate estima que la primera actuación será «el concierto enmarcado en la Semana cultural del hogar del jubilado. Solo llevamos dos ensayos, aún es pronto para ensayar canciones pensando ya en una actuación determinada. Tenemos tiempo por delante para trabajar».

Publicidad

Esta es la primera vez que Azkarate dirige un coro. «Nunca antes lo había hecho y para mi está siendo una experiencia muy enriquecedora. Creo que es una oportunidad muy buena para mi de cara a complementar los estudios de dirección que estoy realizando en paralelo desde el pasado año», afirma.

En la directiva del hogar del jubilado también se muestran «encantados» porque «se ha podido reanudar la actividad». De hecho, han modificado el programa de actividades para adaptarlo al horario de Azkarate. «Antes ensayábamos los lunes y viernes, de las 16.00 a las 17.30 horas y ahora, lo hacemos los lunes a las 19.15 horas. Para eso hemos movido todas las actividades del lunes», explica Santillán. No les importa, los miembros del coro se encuentran «muy contentos. Nos ha hecho mucha ilusión que alguien se haya comprometido con nosotros», afirma.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad