Urretxu

Un flamante soldado de Urretxu en la Cabalgata

Antes de llegar a la plaza de Zumarraga para adorar al niño Jesús, Melchor, Gaspar y Baltasar realizan cada año una parada en el palacio de Herodes situado en Zelai Arizti. La escena es comprometida, sus Majestades de Oriente son interrogados por el temido rey de Judea sobre el paradero de El Mesías. Dos soldados romanos custodian la puerta del palacio con cara de pocos amigos, pero cuando el acto termina no tarda en aparecer una sonrisa en sus caras.

Gorka Zufiaurre lleva muchos años interpretando a uno de esos soldados, tantos, que ha perdido la cuenta, pero no la ilusión. Le encanta reencontrarse con sus antiguos compañeros del extinto grupo de teatro Karmakros, que cada 5 de enero se citan para encarnar a los distintos personajes de esta escena de Herodes. Para el polifacético actor urretxuarra es un momento emotivo. Actualmente, Gorka sigue compaginando su carrera artística con el trabajo en la empresa de patatas Galdeano. Al fin y al cabo, el mundo de la interpretación está lleno de altibajos y esta empresa urretxuarra, regentada por el marido de una de sus primas, Sergio Galdeano, le ofrece estabilidad laboral, al mismo tiempo que le facilita poder desarrollar los diferentes proyectos que le surgen como actor. Uno de los más recientes fue su participación en la popular serie de televisión 'La que se avecina', el pasado 16 de diciembre. La escena en la que aparece Gorka ha alcanzado ya cinco millones de visualizaciones en las redes.

Cuando su representante, Loinaz Jauregi, le propuso esta intervención en 'La que se avecina' no dudó ni un segundo en aceptar, ya que se trata de una serie de la que Gorka es un gran seguidor. Decidido a cumplir otro sueño más en su trayectoria como intérprete, el 31 de julio, señalado día de San Ignacio, Gorka, acompañado de su madre Elena y de su hermana Sara, viajó hasta Madrid para trabajar en la mítica serie junto a los actores que tanto admiraba. El popular Amador fue su compañero de escena, de quien dice haberse llevado una gran impresión por su trato cercano y cariñoso. En el citado episodio, Gorka, metido en el papel de un joven llamado Joaquín, acude a Amador en busca de trabajo. Pese a sus reticencias iniciales y el importante detalle de que no tiene carnet de conducir, fundamental para el puesto, el urre-txuarra logra el trabajo con su simpatía y desparpajo.