«Las personas que conviven con un alcohólico acaban por enfermar»

«El alcoholismo es una enfermedad que afecta a toda la familia». Con esta sencilla frase definen los miembros de los Grupos de Familia Al-Anon la incidencia que el alcoholismo tiene tanto en el enfermo que lo padece como en las personas de su entorno. A partir de esta idea, la asociación de familiares de alcohólicos ha organizado una charla en el sótano de la Casa de Cultura que tendrá lugar este próximo viernes, a las 19.00. El encuentro contará con la participación de un miembro del grupo de familiares y amigos de alcohólicos Al-Anon, así como con la del hijo de un alcohólico que forma parte del grupo Alateen, de un componente de la asociación de Alcohólicos Anónimos y de un neuropsiquiatra que acercará a los asistentes a las consecuencias que el hecho de convivir con una persona dependiente del alcohol tiene para el entorno familiar. La entrada será libre y desde Al-Anon se anima a todas aquellas personas interesadas en conocer más de cerca esta realidad a acercarse a la Casa de Cultura.

«El hecho de beber compulsivamente afecta al alcohólico pero también al mundo que le rodea: amistades, empleo, hijos, padres, novios, matrimonio... todos sufren los efectos del alcoholismo. En un primer momento se reacciona tratando de controlar que no beba, pero llega un momento en el que las personas de su entorno ven que conseguirlo está fuera de su alcance. Se avergüenzan de las escenas que la persona alcohólica protagoniza en público y es probable que se sientan culpables y angustiados, tanto que, al final, los que viven en contacto directo con el alcohólico acaban por enfermar ellos mismos también», manifestaron los organizadores de la charla.

Una de las causas que agudiza el padecimiento de las personas que conviven con una persona afectada por el alcoholismo es la sensación de enfrentarse en soledad a un desafío que les supera. Los grupos de familia de Al-Anon pretenden servir de respuesta a esta situación, convirtiéndose en un espacio en el que compartir experiencias y encontrar la fortaleza y el apoyo necesarios para dar con la solución a un problema que afecta a todos los que participan en sus reuniones. «Nuestros grupos están formados por padres, madres, amigos, hijos, hijas, esposos, esposas y personas que se sienten afectadas por la forma de beber de alguien de su entorno, independientemente de si esa persona enferma ha alcanzado o no la sobriedad, o si reconoce o no tener un problema con su forma de beber», señalaron los miembros de Al-Anon.

A día de hoy son 15 los grupos de Al-Anon que funcionan en Gipuzkoa. Para tomar parte en sus encuentros no hace falta ningún requisito salvo el de tener un familia o amigo con problemas por el alcohol. La asistencia es voluntaria y no hay que abonar ninguna cuota por hacerse miembro. Para recibir más información sobre lo que significa Al-Anon y el trabajo que realizan se puede contactar con el teléfono 650.265.963 o con el correo electrónico gfaarea1@gmail.com.