Borrar

Lo que fue de una tierra y que nunca volverá a ser

Martes, 17 de diciembre 2019, 00:18

Se ha escrito mucho sobre la Castilla abandonada. Este es el caso de la generación del 98, donde los Machado, Azorín, Baroja o Unamuno destacaron por su distinguido amor y pasión por esa tierra. También, autores más modernos como Delibes o Cela radiografiaban el momento en novelas como Los Santos Inocentes o La Colmena. También es el caso de una pintura paisajista o la obra de Antonio López, que se contrapone mostrando objetos y paisajes de la vida urbana. Pero de la vertiente documental poco se había hecho. Palacios ha conseguido un retrato definitivo sobre la España Vacía, con un viaje histórico, biográfico, sentimental y remoto a través de un país deshabitado dentro de España que nos muestra las raíces de un desequilibrio que hace tanto daño a la ciudad como al campo. De hecho, son muchas las virtudes que podríamos atribuir a este estudio observacional y costumbrista, emocionante, humorístico y melancólico a partes iguales, pero sobre todo relevante y necesario.

Sin embargo, ante todo prevalece en la obra de Palacios es su capacidad de brindar el papel principal a quien es su principal protagonista: el paisaje. Y lo hace a través de un imponente aparato cinematográfico en el que los movimientos de cámara, el trabajo de fotografía y de montaje son capaces de dotar de un gran potencial atmosférico y un profundo significado metafórico de lo que fue España y nunca volverá a ser.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Lo que fue de una tierra y que nunca volverá a ser