Parecía claro que el edificio quemado el pasado domingo en Mutriku iba a ser derruido, pero la última inspección de los arquitectos forales, llevada a cabo ayer mismo, ha concluido que «la estructura está mejor de lo esperado», por lo que «todavía no se ha decidido derrumbarlo». Tras los diferentes controles realizados desde que ocurrió el incendio, a primera hora del domingo, el Ayuntamiento está a la espera del informe foral antes de tomar una decisión sobre el futuro del inmueble, que a priori parecía no tener solución alguna. Mientras tanto, Mamen y Gorka, la madre y el hijo que se quedaron atrapados en el balcón con las llamas a sus espaldas y sufrieron varias quemaduras en el cuerpo se recuperan en el hospital de Cruces, según aseguran fuentes del consistorio mutrikuarra. Al parecer, ambos se han despertado del coma inducido en el que se encontraban y están mejorando «poco a poco».
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Además de que el edificio situado en el portal número 6 de la calle Barrenkale quedó destrozado, también sufrieron las consecuencias del fuego los inmuebles contiguos. Y, de momento, los vecinos de estos pisos siguen sin poder volver a sus respectivos hogares.
Por otro lado, una vivienda ubicada en la calle Sorgintzulo, en Errenteria, sufrió ayer importantes daños materiales por un incendio. El fuego se originó minutos antes de las nueve de la mañana en un cuarto piso del portal número 10, según informaron fuentes del Departamento de Seguridad y de los bomberos. Una mujer octogenaria tuvo que ser evacuada después de que el fuego destrozara su vivienda.
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