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El Aurrera afronta, a partir de este sábado, la fase de descenso al haber quedado clasificado el último de su grupo, en la primera parte de clasificación.
No obstante, el equipo afronta con moral alta esta liga, en Tercera, con objeto de conseguir la permanencia, en donde ha podido conocer mejor la potencialidad de la categoría y su adaptación, una vez que fue el pasado año cuando se consiguió el ascenso.
En vista de los malos resultados conseguidos, el club rojillo contrató en Navidades a un nuevo entrenador, Iñaki García, que había pertenecido al Elorrio, club con el que ha conseguido buenos resultados.
Con el fichaje de García, la directiva ha querido provocar un revulsivo para afrontar esta segunda fase con éxito. «Hemos agradecido a Ibón López y su equipo el trabajo desarrollado, especialmente, con el ascenso a Tercera División, pero hemos creído que teníamos que buscar un revulsivo para conseguir la permanencia, un objetivo muy importante para nosotros», señalaba el presidente, Eladino González.
Por estos motivos, González señalaba que «tenemos mucha moral para afrontar esta segunda fase y esperamos que nos respeten las lesiones y no existan contagios de Covid y podamos afrontar los partidos con normalidad y centrarnos en el juego y no en aspectos externos», dijo González.
Entre los equipos a los que se enfrenta el Aurrera están el Beasain KE, el JD Somorrostro, el Balmaseda FC, el Urgatzi KK, el Sodupe, el Santurtzi, el CD Basconia, el Ariznabarra, el CD Lagun Onak. Contra el Balmaseda disputará el primer encuentro, este sábado a las 18.00 horas, una hora que ha sorprendido al cuadro rojillo porque el equipo visitante no podrá respetar los horarios de confinamiento perimetral.
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