El proyecto Healcier, liderado por la Fundación Leartibai, ha finalizado y ha conseguido el objetivo de mejorar la competitividad de la cadena de valor de la asistencia sanitaria mediante la implantación de los principios de la economía circular. En el transcurso del proyecto, los ... socios y colaboradores han detectado oportunidades innovadoras en torno a la economía circular de las organizaciones sanitarias.
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Han concluido que la economía circular es «un gran reto ambiental, social y económico para la gestión de los centros sanitarios». Healcier ha tenido como objetivo mejorar la competitividad de la cadena de valor de la asistencia sanitaria mediante la implantación de los principios de la economía circular.
Este proyecto de un año de duración ha estado liderado por la Fundación Leartibai y ha contado con la participación de seis socios: Biocruces y OSI Ezkerraldea Enkarterri Cruces desde Euskadi; Complejo Hospitalario de Navarra, Navarrabiomes y AIN desde Navarra y ESTIA de Aquitania.
La jornada, bajo el título 'Mejorando la competitividad del sector sanitario aplicando los principios de la economía circular', tuvo lugar en las instalaciones de ESTIA (École Supérieure des Technologies Industrielles Avancées) en Bidart, aunque también se tuvo la oportunidad de seguirla de manera online. En este acto se dieron a conocer los resultados de Healcier y las oportunidades detectadas.
Patxi Elissalde, director general de ESTIA, fue el encargado de dar comienzo al evento, y en su intervención destacó «la necesidad de integrar competencias en ingeniería», entre ellas las del ámbito de la economía circular, en el sector sanitario. A continuación, tomó la palabra Montse Guerrero, consultora de Economía Circular de AIN, que se centró en la aplicación de la economía circular en el sector de la salud. Según sus palabras, la clave está en «mejorar el sector salud y desarrollar un entorno saludable a través de modelos de negocio que generen un beneficio económico», pero siempre con un «beneficio social» y regenerando «los sistemas naturales». Asimismo, puso el foco en el concepto de salud e insistió en la obligación de introducirlo en todas las estrategias de circularidad para poder demostrar que el cambio hacia una economía más circular también es positivo para la salud humana.
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Finalmente, Mikel Beristain, presidente del Instituto Europeo de la Salud, concluyó la jornada apuntando que para el sector salud «la economía circular es un reto ambiental, social y económico y que el compromiso político es el punto de inicio hacia el cambio de modelo». «Pero no es suficiente», subrayó, cada hospital y toda la gobernanza del hospital tienen que estar «convencidos» de esta necesidad.
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