Patrones de altura se enrolan en otras flotas por la menor tributación

La flota de altura de Ondarroa tiene ante sí otro gran problema ya que a los patrones de los casi noventa barcos de bandera española que quedan en Gran Sol les sale mejor enrolarse en buques con pabellón francés o británico. Su causa principal están en que faenando en los mismos caladeros y haciendo el mismo trabajo, cobran sueldos libres de impuestos. Esto está ocurriendo para los patrones que solo tributan a partir de 60.100 euros.

A esos incentivos fiscales, que España no aplica, atribuyen los armadores la marcha de patrones y jefes de máquinas, una «situación crítica» que obliga a amarrar pesqueros. De esta manera, la flota queda privada de mandos porque les atrae barcos de otros países, pero, como no la hay, todos capturan e ingresan menos. El problema para los armadores es grave porque a la falta de relevo generacional ahora se le une el problema de los patrones y las menores capturas.

Junto a ello, se atisba otro problemas como es la escasez de merluza, justo tres meses del final del 2021. Así, solo han pescado poco más de la mitad de las 30.000 toneladas del cupo nacional. Preocupados por un «contexto tan complejo y crítico», los armadores apelan al Ministerio para diseñar una estrategia conjunta que contribuya a «superar los actuales retos».

La merluza es la especie objetivo de dos de cada tres pesqueros españoles en los caladeros comunitarios y los datos de descargas, y las últimas evaluaciones científicas hablan de capturas muy flojas. Como la UE apenas ha variado las posibilidades de pescar merluza, barcos con bandera de otros países comunitarios, casi todos de capital español, se han incorporado a esa pesquería nuevas unidades.

De ahí que dado que se trata de experimentados patrones, su fichaje es casi obligado. Y lo consiguen, sobre todo porque en esas naciones incentivan a sus gentes del mar librando de impuestos los primeros 60.100 euros de sus sueldos.