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Las playas de Arrigorri y Saturraran se llenan de residuos durante la marea baja a causa de las fuertes precipitaciones. Todo hace que se llenen las playas del plástico que «devuelve» el mar. Los operarios de la Diputación y de los ayuntamientos se afanan en retirar las toneladas de desechos que llegan a los arenales, pero el mar sigue gritando, por mucho que el coronavirus acapare la agenda de trabajo de las instituciones. Vidrios, plásticos, palitos de chupachups, envoltorios de chicles, redes, colillas incluso se han sacado de las rocas ruedas y hasta un televisor.
La contaminación sigue atacando el mar, y, por eso, muchos ciudadanos y asociaciones no se quedan ni callados ni quietos. A pesar de esta inquietud por una parte de la sociedad, el trabajo que despliegan muchas asociaciones no sirve para nada porque el mar sigue llenándose de plásticos y otros residuos increíbles. En los últimos años, estas asociaciones han organizado campañas de limpieza en los arenales de la comarca, pero pese a estas acciones se demuestra que se siguen arrojando todo tipo de basuras.
Las recogidas de basura se clasifican para volcar los datos a Surfrider España, una organización internacional dedicada a la protección y puesta en valor del océano, las olas y el litoral con más de 25 años de trayectoria y se evidencian que los residuos no se reducen sino que aumentan todos los años. Buena prueba es la situación en la que se encuentran las playas, en momentos de temporal. Pese a todo ello, son muchos los bañistas que no pierden la ocasión para darse un baño, pese a los residuos en la orilla, pero la indignación es notable debido a que pese a todas las campañas los residuos se acumulan.
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