Un grupo de pescadores de ocio pesca con caña en el puerto de Hondarribia. F. de la Hera
Regulación

Las aguas del Bidasoa bajan revueltas para los pescadores

La Armada recuerda que sigue en vigor un pacto firmado por Franco en 1959 que solo permite pescar a los vecinos en el río y la bahía de Txingudi

Claudia Turiel

Jueves, 17 de octubre 2024, 06:35

Un antiguo convenio, como si de un mensaje en una botella se tratara, ha sido rescatado en Irun y Hondarribia, sorprendiendo así a los guipuzcoanos aficionados a la pesca que frecuentaban las orillas del Bidasoa. Aunque vigente desde 1959, la ley era desconocida para muchos: el derecho a la pesca recreativa en la desembocadura del río Bidasoa y la bahía de Txingudi pertenece «exclusiva e indistintamente» a los vecinos de Irun o Hondarribia, según recuerdan la Armada Española y la Ayudantía Naval del Bidasoa.

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Sin licencia, que solo puede ser obtenida mostrando el certificado de empadronamiento, no se puede pescar. Es más, hace 65 años que no se puede, ni con la licencia de pesca marítima del Gobierno Vasco. Esto ha generado confusión y frustración entre los pescadores habituales. «A mí nunca me han pedido la licencia, y no sé de nadie a quien se la hayan pedido», asegura un aficionado a este periódico. Este irundarra no se ve afectado por el marco normativo del convenio, pero exige «respuestas», ya que de momento «hay demasiadas incongruencias. La licencia de pesca del Gobierno Vasco te permite pescar en todo Euskadi e incluso en todo España pero, ¿ahora resulta que en Hondarribia no? Es un choque, una contradicción. ¿Dónde estamos, en Japón?» se pregunta este irundarra en tono irónico.

Solo los vecinos de Hondarribia, Irun, Biriatou, Urrugne y Hendaya tienen el derecho a pescar en esta zona

Tanto él como otro lector que ha trasladado su queja a este periódico afirman que «hay mucha gente de fuera que viene a pasar el día o el fin de semana porque le gusta pescar en esta zona. Y hasta ahora no han tenido problema. Igual que si yo voy a pescar a otra comunidad con la licencia vasca, no lo tendría», explican. «No es más que pescar por ocio. El ambiente que se crea y la comunidad que la rodea están muy bien, y es una pena que por cosas como estas se vaya a estropear», lamenta el irundarra. «Más que una licencia, parece que te están pidiento un pasaporte, es algo alucinante».

La Ayudantía Naval del Bidasoa, con sede en Hondarribia, comenzó a entregar folletos a todos los pescadores de la zona este pasado junio, porque son «conscientes de la falta de información» con respecto al convenio, firmado el 14 de julio de 1959 por el dictador Francisco Franco y por el presidente de la República francesa de la época, Charles de Gaulle.

Imagen del tríptico de la Armada, repartido desde junio por la Ayudantía Naval del Bidasoa, entre los pescadores en Hondarribia.

El tríptico explica detalladamente el marco normativo del Convenio relativo a la Pesca en el río Bidasoa y Bahía de Higuer, e incluye un código QR para consultar la normativa y el convenio: seis páginas del BOE del año 1959 firmadas por «el Jefe del Estado Español, Generalísimo de los Ejércitos Nacionales» Francisco Franco Bahamonde. «¿Sabía usted que existe un convenio entre España y Francia que regula la pesca en el río Bidasoa y Bahía de Higuer?», encabeza el documento informativo de la Armada.

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Las multas por pescar sin licencia o sin estar empadronado oscilan entre los 40 y los 1.000 euros

Trípticos explicativos

Así, el convenio se aplica «en el curso principal del Bidasoa y su desembocadura desde Chapitelaco Arria o Chapiteco Erreca hasta la línea que une Cabo Higuer (Punta Erdica) en España con Punta Tumbas en Francia», por lo que «el derecho a la pesca en el área del Convenio pertenece exclusivamente e indistintamente en España a los habitantes empadronados en Hondarribia e Irun y, en Francia, a los habitantes empadronados en Biriatou, Urrugne y Hendaya». Además, el folleto indica que «las infracciones al Convenio se probarán por testigos o por medio de diligencias escritas y firmadas por el Comandante de la Estación Naval o su delegado, Guardapesca, Policía de Ribera, Agentes del Servicio de Aduana y Policía Municipal», y las penas oscilan entre 40 y 1.000 euros.

La vigencia de un convenio de 65 años de antigüedad, «olvidado y rescatado recientemente» ha sido motivo de quejas por parte de pescadores de recreación, según indican desde la Ayudantía Naval, en Hondarribia. Eso sí, «no es nada nuevo» y sus miembros confirman que «siempre se han pedido las licencias. Pero claro, son 15 kilómetros en los que la pesca está permitida, y no siempre llegamos a todo el mundo»

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