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El desprendimiento de tierra ha cortado la carretera de subida al faro de Higer. De la Hera

Una de las familias desalojadas en Hondarribia por el desprendimiento regresa a su casa

El corrimiento de tierras, de 40 metros de longitud y 28 metros de altura, corta la subida al faro

Antton Iparraguirre

San Sebastián

Domingo, 3 de marzo 2024

Eran las 2.15 de la madrugada del domingo cuando parte del monte se vino abajo en la subida al faro de Higer, en Hondarribia. «Hemos oído un estruendo y cuando hemos salido de casa hemos visto que se había caído parte de la ladera, casi se nos ha echado encima», comentaban unos vecinos de los dos bloques de la zona de Iterlimen más cercanas al corrimiento que este domingo tuvieron que ser desalojadas por precaución. La impresionante lengua de escombros, de 40 metros de longitud y 28 metros de altura, según fuentes de la Diputación Foral, se quedó a apenas 50 metros de las viviendas. En total seis personas de tres viviendas tuvieron que ser desalojadas por un derrumbe de grandes dimensiones que arrastró lodo, vegetación y rocas de gran tamaño colapsando la GI-3361. El desprendimiento, causado por las intensas lluvias que se han registrado durante la última semana, arrastró tres rocas que alcanzan las 120 toneladas.

En este sentido, la diputada Foral de Infraestructuras Viarias, Maria Ubarretxena, ha subrayado este lunes que el gran tamaño de las piedras «complicará bastante las labores de limpieza» de la calzada. Ha anunciado que esta misma mañana se iniciará una «actuación de urgencia». Se colocarán las protecciones de hormigón en la carretera que está debajo de la zona afectada para poder protegerla del material que se pueda desprender de las obras de estabilización. A su vez, una vez que se garanticen las condiciones de seguridad, se comenzará con la ruptura de las rocas desprendidas para poder limpiar la zona. Los técnicos de la Diputación estiman que los trabajos de limpieza y acondicionamiento de la zona tendrán una duración media de dos o tres meses.

Precisamente, técnicos del departamento de Infraestructuras de la Diputación Foral estuvieron trabajando ayer en la zona durante toda la mañana y por la tarde dieron «por controlada la situación». Así, las personas de una de las dos viviendas evacuadas por seguridad pudieron regresar en la noche del domingo ya a su domicilio.

El acceso a la vivienda que se encuentra más cercana al punto donde tuvo lugar el desprendimiento no será posible por el momento, y se valorará una vez finalicen las labores de limpieza de la zona durante esta semana, según señalaron fuentes forales.

«Llamamos a emergencias y en unos 20 minutos llegó la Policía Municipal y después la Ertzaintza. Estuvieron evaluando la zona y sobre las 4.00 de la madrugada han decidido que era mejor desalojarnos», relató ayer uno de los afectados por el derrumbe.

Desde el Ayuntamiento aseguraron alojamiento a las tres familias desalojadas durante la madrugada, y su alcalde, Igor Enparan, destacó que «la situación está estable, pero sobre todo se tiene que garantizar la seguridad de las personas». Enparan ya advirtió al mediodía que las labores de limpieza de la calzada serán difíciles, principalmente por las grandes rocas que se han desprendido del monte, e insistió en priorizar la estabilidad de la ladera en la que se produjo el corrimiento . «Si persisten las lluvias, siempre existe la posibilidad de que la situación vaya a peor, y por eso la seguridad de todos y todas es vital», dijo el primer edil .

El alcalde de Hondarribia, Igor Enparan, atiende a los medios en la zona del desprendimiento. De la Hera

Además de policía, al lugar del corrimiento se trasladaron también bomberos del parque de Bidasoa, que estuvieron más de dos horas retirando ramas de la carretera, y guardas forestales de la Diputación. Ya con la luz del día el alcalde convocó una reunión en el lugar con técnicos del consistorio y de la Diputación, además de agentes de la Policía Municipal, para evaluar la situación.

Paso alternativo

La carretera permanecerá cortada, pero desde ayer está habilitado un semáforo en la calle Pierre Lhande, desde donde se podrá subir a las inmediaciones del faro. Los vecinos del inicio de Higer bidea no tendrán problemas para dirigirse a sus casas, ya que la carretera se ha cerrado justo a la altura del desvío para subir al campo de tiro de San Telmo. En cambio, los residentes en los alrededores del faro tendrán que bajar por Pierre Lhande para llegar a la calle Ramón Iribarren.

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