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«Han sido unas semanas duras, de mucho trabajo, pero estamos muy contentos», señala Iñigo Tizón, cocinero del Gran Sol de Hondarribia, a las pocas horas de regresar de Sigüenza, donde su pintxo 'Sarandonga' resultó ganador del 'XVI Concurso de pinchos y tapas medievales'.
Unas semanas duras porque había que preparar las dos citas más importantes del año, el 'XIX Campeonato de Pintxos 18/70 Euskadi Navarra-Euskal Herriko Pintxo Txapelketa' que tuvo lugar de lunes a miércoles en Hondarribia y este concurso medieval que se celebró en la localidad castellano-manchega de viernes a domingo.
Tizón recuerda que en la primera de las citas «estábamos de participantes y anfitriones, que es estresante pero también bonito». El Gran Sol, con 'Marmi-Tea', llegó a la final. «No ganar algún premio es un poco chasco, pero seguro que con el tiempo valoraremos más haber llegado a la final, en la que había ocho de los 54 participantes. El nivel es altísimo, nos tocaron grupos duros y llegar a la final ya era un premio, aunque siempre quieres más». En cuanto a la victoria en Sigüenza, supone «una nueva alegría para todo el equipo después de tanto trabajo».
Tras concursar en el auditorio, Tizón tuvo que aparcar el pintxo 'Marmi-Tea' y centrarse en 'Sarandonga', el que ganó la fase local del concurso medieval. «Desde la organización nos dijeron que tendríamos que preparar 150 pintxos, pero ya hemos estado en otras finales y sabíamos que esa cifra se podía quedar corta, así que llevamos más. Al final dimos 250 pintxos en dos servicios, el sábado y domingo a mediodía, y la gente estaba encantada».
'Sarandonga' se sirvió en La Granja de Alcuneza, el establecimiento seguntino que acogió al equipo del Gran Sol. Tizón recuerda que «hace nueve años estuvimos también allí. Nos acogieron súper bien y hemos mantenido la relación este tiempo. Tenemos amistad y hemos estado como en casa». El sábado por la tarde se celebró la final en el Palacio de los Josefinos. «Éramos seis participantes, que teníamos que presentar cada uno su propuesta y explicarla al jurado», compuesto por Juan Francisco Chavarría (profesor de cocina en la Escuela de Hostelería de Teruel), Pablo Casado (experto en turismo gastronómico y profesor de servicios en restauración en la Escuela de Hostelería de Teruel) y José Jiménez Blas (jefe de sala emérito del restaurante Zalacaín).
Chavarría señaló que «se premió la ejecución del plato, la finura, las técnicas utilizadas y el respeto a la materia prima» y destacó que «todos los pinchos estaban muy conseguidos, respetaban las bases. La elección fue difícil».
Hasta Sigüenza se desplazó también la concejala Estitxu Urtizberea, ya que Hondarribia preside la Red de ciudades y villas medievales. Recordó que «somos una red y a través de este concurso la fomentamos entre nuestras ciudades».
Esta cita de Sigüenza ha servido para «darnos cuenta de que todas las ciudades tenemos mucho patrimonio y que quizá el turismo más típico lo está eclipsando». Por ello, la asociación entra «en una fase de reflexión y de ver cómo podemos potenciar también de manera conjunta ese patrimonio histórico y cultural».
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